Roberto Passailaigue (c), rector de la Universidad de Guayaquil, recordó que han identificado a 16 grupos antagónicos dentro del establecimiento educativo. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El rector de la Universidad de Guayaquil, Roberto Passailaigue, lanzó algunas pistas sobre los presuntos implicados en los atentados con explosivos reportados desde mayo del 2019 en este centro de estudios.
“Entre ellos hay exestudiantes que han pasado por determinadas facultades. Dicen que han estado en la Facso (la Facultad de Comunicación Social), 15 años se han demorado -en la carrera-, fueron expulsados y después han ido a Derecho. Hay otros que dicen que hay profesores de Medicina”, dijo la tarde de este miércoles 18 de septiembre de 2019. Sin embargo aclaró que las investigaciones esclarecerán esa información.
Esta mañana en Guayaquil, el presidente Lenín Moreno se refirió a la detención de seis personas en ocho allanamientos durante la madrugada. Dijo que en uno de los sitios hallaron un explosivo, presuntamente listo para ser utilizado en un nuevo atentado. El Mandatario indicó además que los involucrados tendrían relación “con cierto grupo político”, aunque sin dar detalles.
El fiscal especializado en Delincuencia Organizada, Transnacional e Internacional, Fernando Bonoso, investiga los atentados en la universidad bajo el presunto delito de terrorismo, tipificado en el artículo 366 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). La sanción en estos casos va de 10 a 13 años de prisión.
La Fiscalía además informó que en los allanamientos hallaron mechas detonantes, cápsulas explosivas, precursores químicos, dinamita, municiones, dos granadas, un vehículo y la vestimenta que habría sido utilizada por uno de los sospechosos en una de las detonaciones.
Algunos vidrios del Rectorado de la Universidad de Guayaquil aún no han sido repuestos. Parte de los ventanales posteriores fueron destrozados en la última detonación, reportada la noche del 22 de agosto de 2019.
Esta tarde, en ese mismo edificio, Passailaigue recordó que han identificado a 16 grupos antagónicos, algunos con inclinación política. “Todos quieren cuota de poder, quieren que se les dé las facultades como si fuesen propias”, dijo. También pidió a las autoridades llegar a los autores intelectuales y quienes han financiado los atentados.
Este centro de estudios afronta un segundo proceso de intervención. En octubre de 2018, el Consejo de Educación Superior (CES) nombró una nueva comisión de intervención y fortalecimiento institucional (CIFI), debido al caos generado por la falta de estabilidad en el Rectorado. Passailaigue fue nombrado presidente de la CIFI.
Los ataques comenzaron en febrero y marzo, con artefactos tipo camareta que detonaron en la Facultad de Ciencias Médicas. Estos son parte de otra investigación de la Fiscalía.
En mayo, dos autos sufrieron graves daños por explosivos de mayor alcance. Uno de los vehículos quedó incinerado en los estacionamientos de la Facultad de Educación Física; otro estalló en los parqueaderos de Medicina.
La magnitud de los ataques se incrementó el 1 de agosto, cuando una bomba causó daños severos en la biblioteca de Medicina y en la Escuela de Enfermería. El más reciente fue detrás del Rectorado. Los detenidos son implicados en estos cuatro ataques; hasta la tarde se esperaba su audiencia de formulación de cargos.
Passailiague se refirió además al plan de seguridad para la Universidad de Guayaquil, que estaría valorado en USD 5,8 millones. El proceso de selección se abrirá en las próximas semanas.
La propuesta se implementaría en tres fases y abarca un cerco de seguridad, torniquetes y plumas para el ingreso de personas y autos, cámaras, un anillo de fibra óptica para transmisión de datos e imágenes, e iluminación.