Seguidores del presidente Evo Morales participan en la inauguración de la campaña por la tercera reelección, el 25 de julio de 2014. Foto: EFE
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A falta de rivales que puedan disputarle el poder, Evo Morales se pelea con la memoria de Cristóbal Colón, el navegante genovés descubridor de América, cuyo nombre quiere quitar de las plazas de Bolivia, según su última queja pública, por considerarlo un “saqueador y un invasor”.
Electoralmente, nada ni nadie parece poder inquietar al primer presidente indígena de Bolivia, y a su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Con dos tercios en ambas cámaras del Congreso, con una economía que sigue creciendo a un ritmo de 4,6% en el 2013 –y posiblemente 6% este año, de acuerdo con las previsiones- y con contrincantes enfrente que son viejos conocidos tanto de Morales como del resto de los bolivianos, el proyecto reeleccionista avanza, según los pronósticos, con buena salud.
Su gobierno tiene un respaldo de casi 50% y su candidatura tiene, por ahora, el apoyo del 41% de intención de voto con miras a las elecciones del 12 de octubre, de acuerdo con varias encuestas.
Los candidatos con los que se medirá Evo son el empresario Samuel Doria Medina (9%, en segundo lugar) de Unidad Nacional; Juan Del Granado, un ex aliado de Evo, por el Movimiento Sin Miedo, y el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, por el Movimiento Demócrata Social (MDS). Más atrás están los candidatos Jorge Tuto Quiroga, y el también indígena, pero opositor a Morales, Fernando Vargas.
La convicción de que contra Evo y su poder es casi imposible aspirar a algo más que una candidatura, llevó a que los tres opositores iniciaran conversaciones desde ahora para buscar una alternativa, ante una eventual segunda vuelta que tendría lugar el próximo 7 de noviembre.
“La idea de la oposición es la de construir una alianza para apoyar al candidato con más votos en la segunda vuelta, si se llega a segunda vuelta, que ya denominan Frente Amplio”, explicó la politóloga Rosalía Moreno, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), para quien, “con una economía en auge, es difícil derrotar a Evo Morales”.
El Jefe de Estado, quien llegó al poder en enero del 2005, no ha dejado de ganar elecciones en todos estos años.
El referendo revocatorio del 2006, la reelección del 2009 y el plebiscito para apoyar la Constitución del 2009. Todos son antecedentes de lo que podría ser una victoria contundente el próximo 12 de octubre. En ese caso, asegura la analista María Teresa Zegada, “Evo sí se haría con el poder total”.