La Paz. AFP y Reuters
Evo Morales asumió ayer por segunda vez como presidente de Bolivia, con la promesa de consolidar su política gubernamental de contenido indígena y estatista y llevar al país hacia un “socialismo comunitario”.
Morales, el primer indígena en llegar a la Presidencia desde la fundación de Bolivia en 1825, proclamó el nacimiento del nuevo “Estado plurinacional” y la muerte de la vieja República. Esta, según el oficialismo, marginó de la toma de decisiones a campesinos y pueblos aborígenes.
El Mandatario, que gobernará hasta 2015, señaló que “hay un Estado colonial que murió y (hay) un Estado plurinacional que nació” este viernes 22, cuando comenzó su segundo mandato.
Morales aseguró -durante una sesión pública de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que reemplaza al Congreso- que ese estado colonial dejó a Bolivia como uno de los países más pobres de Latinoamérica.
Su discurso fue escuchado por los presidentes Michelle Bachelet (Chile), Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador) y Hugo Chávez (Venezuela). También estuvieron el príncipe Felipe de España, además de autoridades de varios países del continente, Europa y África, autoridades nacionales y parlamentarios.
Morales señaló que la ruta de la nueva Bolivia que él pretende construir es el socialismo. También criticó que en algunos institutos militares del país se siga enseñando que el enemigo principal es el socialismo.
Sobre el perfil del nuevo Estado socialista, el vicepresidente Álvaro García, quien antecedió con su discurso a Morales, señaló que los bolivianos tienen que tener el horizonte del socialismo comunitario, un concepto teórico aún poco explicado por el oficialismo.
Para el Vicepresidente, “el socialismo es bienestar, es comunitarizar la riqueza, es lo que hacían nuestros antepasados (indígenas) en una escala mayor, con tecnología y modernidad productiva”.
En la ceremonia de posesión, Morales y el vicepresidente García devolvieron a la Asamblea los antiguos símbolos republicanos de mando. Recibieron, en cambio, otros con la denominación del “ Estado Plurinacional de Bolivia” y la multicolor bandera indígena ‘wiphala’ enmarcando la bandera nacional.
El Presidente, impulsor de una política de nacionalizaciones, tendrá en su segundo período el respaldo de una Asamblea controlada por el oficialismo. Morales ha dicho que está abierto a capitales externos para megaproyectos mineros, eléctricos y de infraestructura, así como la industrialización de la mayor reserva mundial de litio en Uyuni.