Este viernes 23 de septiembre, se realizó el Conversatorio sobre la importancia del etiquetado de alimentos como política de salud pública. Foto: Diego Puente / EL COMERCIO
Ecuador y Chile son los dos países en la Región que implementaron el etiquetado de alimentos para que la ciudadanía relacione la cantidad de azúcar, sal o grasa que ingiere en cada producto procesado. El próximo miércoles 28 de septiembre se reunirán los ministros de salud de la Región para tratar el tema.
Ese día, a las 12:30, se realizará el encuentro denominado “Juntos para el etiquetado de alimentos. La unidad Panamericana para enfrentar los desafíos”, en la sede de la OPS, en Washington. La ministra ecuatoriana, Margarita Guevara, prevé estar en la cita.
En ese espacio se contarán las experiencias de las naciones que ya implementaron la medida y de otras que están a puertas de aplicarlas. Gina Tambini, representante de la Organización Panamericana de Salud (OPS), señaló que Bolivia está “muy avanzada” en la legislación al igual que Perú. Las naciones caribeñas están interesadas en la idea.
En el ámbito nacional, este viernes 23 de septiembre, se realizó el Conversatorio sobre la importancia del etiquetado de alimentos como política de salud pública. Ahí, los representantes del Ministerio y de la OPS defendieron la medida que fue dada a conocer por el presidente Rafael Correa, en noviembre del 2013.
Gabriela Rivas, especialista de Seguridad y Soberanía Alimentaria del Ministerio de Salud, señaló que en este tiempo existen resultados cualitativos. La gente prefiere consumir menos alimentos con semáforos en rojo.
La representante de la Cartera de Estado comentó que a largo plazo podrían analizar la incidencia de la medida para bajar el índice de obesidad y otras enfermedades que enfrenta la sociedad ecuatoriana.
Para Adrián Díaz, representante de la OPS y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se debe mantener el etiquetado para modificar las preferencias de las personas. Él hizo una exposición de cómo ha aumentado el sobrepeso en la región. Presentó estudios en los que se evidencia un mayor consumo de productos hiperprocesados (comida chatarra) en los países que tiene mayor publicidad.
Sin embargo, todos reconocieron que la medida es perfectible. Una de las industrias que pide la revisión del etiquetado es la industria láctea que se ha visto afectada tras la medida.
Díaz señaló que se plantearon cambios. “Estamos conversando con la industria… en ese sentido también estamos tomando en cuenta la nueva evidencia”, dijo.
Rivas citó un nuevo perfil de micronutrientes de la Organización Panamericana de la Salud. “En donde ya nos dan cálculos, algortimos donde se puede ajustar lo que tenemos en nuestro actual etiquetado”.
Frente a los lácteos, se plantea la posibilidad de descontar la lactosa (azúcar propia de la leche) y reconocer que tiene otras proteína, grasa saludable y otros nutrientes para que la gente se informe. Aclaró que actualmente no se pone semáforo en los productos derivados de la leche que no tengan grasas y azúcares añadidas.