El estudiante investigado por la muerte de un compañero en un centro educativo de Otavalo, provincia de Imbabura, situada en el norte de Ecuador, fue sentenciado. El incidente ocurrió el 17 de marzo del 2015.
La Unidad Judicial de la Familia, Niñez y Adolescencia de ese cantón declaró culpable a Paúl D., de 16 años, de la muerte de Christofer C., quien era su compañero en el primer año de bachillerato del plantel. El dictamen oral, del proceso que fue reservado por tratarse de menores de edad, se conoció el 12 de mayo del 2015.
De acuerdo a la resolución, la Fiscalía informó que el chico deberá cumplir la pena máxima por el delito de asesinato. Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP) la sanción va de 22 a 26 años de pena privativa de libertad a la persona que coloque a la víctima en estado de indefensión y se aproveche de eso para causarle la muerte. Sin embargo, por tratarse de un adolescente, se recomendó su internamiento institucional por ocho años.
El ataque con un cuchillo ocurrió en el patio del plantel, durante la jornada educativa. El estudiante fallecido era el último de tres hermanos.
El día del incidente, la madre del muchacho afectado, que laboraba en el bar de la institución educativa, trasladó a su hijo herido al hospital San Luis de Otavalo. En esa casa de salud murió. De acuerdo a las investigaciones, la agresión con un cuchillo por la espalda le afectó los pulmones y el corazón. Eso causó la muerte.
La fiscal del caso, Maribel Minuca, presentó como prueba la versión de 25 testigos y el acta de defunción de la víctima. Además, incluyó un video, audios e informes periciales de las redes sociales de los adolescentes. En ellos se revela que un día antes del asesinato, Paúl habría amenazado de muerte a Christopher.
Según Luis Yépez, abogado de la familia de la víctima, la Unidad Judicial de la Familia, Niñez y Adolescencia, de Otavalo, deberá notificar a las partes la sentencia, por escrito. Luego podrían apelar, en un plazo de tres días.