Samira, estudiante de Medicina víctima de femicidio, soñaba con ser pediatra

El sepelio de la joven será la tarde del viernes 23 de febrero del 2018. Foto: Eduado Terán / EL COMERCIO

El sepelio de la joven será la tarde del viernes 23 de febrero del 2018. Foto: Eduado Terán / EL COMERCIO

El sepelio de la joven será la tarde del viernes 23 de febrero del 2018. Foto: Eduado Terán / EL COMERCIO

Los amigos y familiares recuerdan a Samira alegre. Cursaba el último semestre de Medicina y realizaba el internado en un subcentro de salud en el sur de Quito. Durante su velatorio, este viernes, 23 de febrero del 2018, sus allegados estaban consternados.

El cadáver de la estudiante de medicina, de 24 años, fue hallado el jueves 22 de febrero en una quebrada del barrio Santa Clara de Chillogallo, en el sur de Quito. Criminalística la encontró vestida con su traje médico quirúrgico vino, estrangulada.

La Dinased detuvo al novio de la universitaria, para investigaciones por posible femicidio. La pareja llevaban un año de noviazgo. Se conocieron cuando él se unió al equipo de fútbol en el que jugaban familiares de Samira.

Al principio, nadie de la familia de Samira sabía que el joven era su novio. "Parecía un tipo normal, tranquilo", manifestó Omar Palma, tío de la víctima, también en el velatorio. El sepelio de la joven será la tarde del viernes.

Samira se estaba preparando para rendir el examen de habilitación profesional que realizan los estudiantes de último ciclo de medicina. Luego tenía previsto hacer la rural.

"Otro de sus anhelos era seguir una especialización en pediatría", cuenta Álex Palma, tío de la joven, quien la recordó como una mujer sensible en su oficio, que sufría mucho cuando los niños tenían enfermedades dolorosas.

Él aseguró que se encargará de pedir en la universidad que se le otorgue a su sobrina un título postmortem, para que se cumpla el sueño de Samira, graduarse en medicina.

Samira fue asfixiada con una cuerda

La última vez que Samira se contactó con su padre fue la noche del 21 de febrero del 2018, solo horas antes de que su cadáver fuese hallado en una quebrada de Quito.

La estudiante le dijo que se dirigía al centro de salud en el que hacía prácticas. Luego no se supo nada de ella.

Esa información fue proporcionada la mañana del 23 de febrero por el coronel Víctor Arauz, jefe de la Dinased de la Policía Nacional.

El oficial dio a conocer que la última persona con quien se le vio a la víctima fue su pareja, Óscar Y., quien tiene la misma edad. Él manejaba un taxi de propiedad de su padre cuando recogió a Samira y se dirigieron a Guamaní, a la casa de él.

Al parecer -indicó el investigador- en la casa de Óscar la víctima fue atacada, tras una discusión, "motivado por los celos", según el oficial, quien señaló que se identificó el arma utilizada: una cuerda.

La joven murió asfixiada. Arauz dijo que el sospechoso la subió en el taxi para llevarla hasta Chillogallo, donde fue arrojada en la quebrada. Se presume que actuó solo.

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