El estilo de los peinados afro se arraigan en peluquerías ibarreñas

En El Juncal,  Gerson Congo ensaya un nuevo diseño en la patilla de un asiduo cliente. Cada corte cuesta USD 1,50. Foto: EL COMERCIO

En El Juncal, Gerson Congo ensaya un nuevo diseño en la patilla de un asiduo cliente. Cada corte cuesta USD 1,50. Foto: EL COMERCIO

En El Juncal, Gerson Congo ensaya un nuevo diseño en la patilla de un asiduo cliente. Cada corte cuesta USD 1,50. Foto: EL COMERCIO

Los peinados y cortes geométricos son el atractivo de, al menos, una docena de peluquerías en Ibarra.

Además de los barberos locales también hay carchenses, esmeraldeños, guayaquileños, colombianos, entre otros, que se han especializado en diseños que son demandados por hombres de cabello crespo.

Uno de ellos es Vicente Miguel Ramírez, oriundo de la comunidad de Yascón, cantón Bolívar (Carchi), propietario de la Peluquería Esmeralda.

Con la ayuda de una navaja y una máquina rasuradora diseña figuras geométricas, de animales y hasta escribe letras en las cabezas de sus clientes.

Edmundo Congo, de 35 años, es uno de los usuarios habituales. El jueves último visitó la peluquería y solicitó un corte denominado sombreado, que es corto a los costados y en la parte superior más abultado.

Con habilidad, Verónica Carlosama, empleada y alumna de Ramírez, atendió con esmero al cliente. “A mí siempre me gusta tener el cabello muy corto”, comenta Congo, mientras mira al espejo.

La Peluquería Esmeralda fue la primera en su género en la capital imbabureña. Ramírez, quien luce cabello corto y un fino bigote, asegura que en su local empezó a innovar con estos estilos, hace nueve años.

Ramírez rememora que el músico afrodescendiente Patricio Gonzalón, uno de sus primeros clientes, siempre le pedía que le hiciera diferentes diseños de peinados y cortes.

El artesano, de 47 años, laboró por cerca de una década en la ciudad de Guayaquil, donde aprendió esos estilos. También en un viaje a Cali (Colombia) tuvo la oportunidad de observar varios diseños.

Así, surgieron las figuras de estilo deportivo que incluyen balones de fútbol, nombres o marcas como Adidas, Puma, Nike, entre otros.

También hay peinados con nombres como jersey, el gallito, el siete, el cuadradito, ventarrón, americano. Este último es corto a los costados y sube de manera escalonada hasta la corona. Un corte para caballero está valorado en USD 2,50.

Los sábados y domingos son los días de mayor demanda en la Peluquería Esmeralda. Se atiende a no menos de 100 personas, que llegan de las comunidades de los barrios de la urbe y del valle del Chota, según explica su propietario.

“En Ibarra hay una docena de este tipo peluquerías”, comenta Franklin Borja. Este afrodescendiente, de 36 años, explica que los más jóvenes implantan la moda en los peinados.

La Peluquería No Limit es otros de los locales que ofrece estos cortes modernos y vanguardistas. En la parte superior de la pared están pegadas fotografías, algunas de famosos como el futbolista Cristiano Ronaldo, en la que se exhiben los estilos de cortes de cabello, que están en boga.

Su propietario Henry Castillo asegura que le cogió gusto a este oficio por influencia de amigos en su natal Esmeraldas. Los cortes son solicitados por afros y mestizos. Un promedio de 30 personas se “peluquea” a diario en este negocio. El corte vale USD 3

Pero este tipo de locales también se extiende a comunas del valle del Chota. Gerson Congo es uno de los barberos más jóvenes en la comunidad afrodescendiente de El Juncal.

En su local atiende a los vecinos de ese poblado. Aprendió el estilo y cortes, observando el trabajo de los artesanos de la capital imbabureña.

Además, buscó más diseños en las revistas y los videomusicales de la televisión. De esa manera ofrece cortes novedosos a sus jóvenes clientes.

Carlos Andrade, de la Fundación Piel Negra, considera que esta tendencia, de figuras en el cabello, tienen influencia estadounidense, pues allá empezó esta moda de los cortes.

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