Decenas de migrantes cubanos cruzan el río Suchiate, en la frontera de México con Guatemala. La imagen corresponde al 20 de noviembre de 2015. Foto: Benjamín Alfaro / EFE
Las autoridades estadounidenses siguen de cerca el aumento de la llegada de menores y familias procedentes de Centroamérica en los últimos dos meses, mientras organizaciones proinmigrantes se preparan para ayudar a miles de indocumentados que cruzan la frontera con México.
“Tenemos la responsabilidad legal de cuidar de los niños cuando son remitidos por la Patrulla Fronteriza, nosotros tenemos que proveer camas para ellos”, dijo hoy a Efe Andrea Helling, directora de Comunicaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS), que se encuentra en el fronterizo estado de Texas para la apertura de centros temporales de acogida.
Helling señaló que en octubre tenían capacidad para 7.900 camas pero en noviembre expandieron ese número a 8.500 y a finales de noviembre supieron que necesitaban más espacio.
“Estamos abriendo tres instalaciones temporales, dos en Texas con capacidad para mil camas y una en California con capacidad para 400”, detalló y agregó que además le solicitaron al Departamento de Defensa que revisara sus instalaciones para saber cuál de ellas podrían usar en caso de necesitarlas.
La Oficina para Reasentamiento de Refugiados (ORR) entregó entre octubre y noviembre de este año a padres, familiares o patrocinadores un total de 4.145 menores, según el reporte publicado en su página web.
Por su parte, la Patrulla Fronteriza en Texas señaló que no se atreve a dar cifras que determinen si continúa al alza el flujo de menores centroamericanos en las dos primeras semanas de diciembre, pero afirmó que los números varían día a día y que deben esperar a final de mes para dar a conocer la situación.
El vocero de la Patrulla Fronteriza en Texas, Isidro Arreola, destacó que entre los esfuerzos que está realizando ese organismo para detener la inmigración de centroamericanos está la campaña “Conoce los hechos”, en la que envían un mensaje sobre la realidad de cruzar la frontera porque saben que muchos llegan engañados.
“En Centroamérica nos hemos dado cuenta que se anuncian en comerciales de radio como agentes de viajes, prometiendo a la gente trabajo y permisos al llegar a Estados Unidos cuando en realidad no los hay”, indicó.
Un total de 10.588 niños no acompañados cruzó la frontera entre Estados Unidos y México en octubre y noviembre, más del doble de los 5.129 que cruzó durante los mismos dos meses del año pasado, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza, mientras el número de unidades familiares casi se triplicó con 12.505.
Ante este incremento en los números de cruce de menores solos y familias, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó hoy ampliar el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México.
Por su parte, el Comité de Servicio Unitario Universalista (UUSC) expresó su preocupación por el incremento de la violencia en Centroamérica que genera, según dijo, la llegada masiva de familias solicitantes de asilo.
No obstante, para el Centro para Estudios de Inmigración (CIS) el incremento en el cruce de menores y familias por la frontera es completa responsabilidad del Gobierno.
“Este aumento de menores cruzando la frontera se está dando porque el Gobierno no está haciendo su trabajo de hacer cumplir la ley, esto no se ha detenido y no va a parar”, dijo hoy a Efe Marguerite Telford, directora de comunicaciones de CIS.
Telford mencionó un estudio realizado recientemente por CIS, en el que se señala que alrededor del 51 % de las familias inmigrantes recibe al menos un tipo de prestación social y de asistencia, comparado con el 30 % de los hogares de ciudadanos estadounidenses.
“Estos jóvenes no tienen un alto nivel de educación, ellos son un gasto y vienen a impactar a los trabajadores pobres estadounidenses”, afirmó Telford.