EE.UU. deja en libertad condicional al espía israelí Pollard 30 años después

El espía estadounidense e israelí Jonathan Pollard recobró su libertad, aunque con ciertas condiciones. Foto: AFP

El espía estadounidense e israelí Jonathan Pollard recobró su libertad, aunque con ciertas condiciones. Foto: AFP

El espía estadounidense e israelí Jonathan Pollard recobró su libertad, aunque con ciertas condiciones. Foto: AFP

Después de tres décadas entre rejas, el espía estadounidense e israelí Jonathan Pollard salió hoy, 20 de noviembre del 2015, de una cárcel federal de Carolina del Norte (EE.UU.), donde cumplía condena por vender información armamentística y de seguridad a Israel.

Con su salida se cierra parcialmente un espinoso capítulo en la relación entre dos estrechos aliados como Estados Unidos e Israel, que ha sido tratado por todos los primeros ministros israelíes desde Isaac Rabin (1992-1995) en sus reuniones con presidentes estadounidenses.

Precisamente hoy, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio "la bienvenida a la liberación" de Pollard en un comunicado.

"Después de tres largas y difíciles décadas, Jonathan se reunió con su familia. Que este Sabbath (día de oración judío) le traiga mucha felicidad y paz y que dure en los próximos años y décadas", agregó Netanyahu, quien reconoció haber discutido su caso "durante años" en sus reuniones con mandatarios de Estados Unidos.

Sin embargo, la liberación condicional de Pollard está sujeta a varios requisitos: no podrá salir de EE.UU. durante cinco años ni viajar a Israel como había solicitado, deberá llevar un brazalete de identificación, no podrá conceder entrevistas y sus aparatos electrónicos e informáticos deberán poder ser sujetos a inspección.

Pollard, de 61 años, salió poco antes del amanecer de la prisión federal de Butner en Carolina del Norte, y se dirigió inmediatamente a Nueva York acompañado de su segunda esposa, Esther, donde cuenta con residencia.

Sus abogados han presentado una demanda contra la Comisión de Libertad Condicional de EE.UU., en la que solicitan que se eliminen estas exigencias.

"La noción de que, después de haber luchado y finalmente obtenido su liberación tras 30 años en la cárcel, el señor Pollard revele ahora información caduca de más de 30 años de antig edad a alguien es absurda. Aparte de que la información no tiene ningún uso, revelarla resultará en una rápida vuelta a la cárcel", indicaron sus letrados, Eliot Lauer y Jacques Semmelman, en un comunicado.

Preguntado sobre la cuestión, el asesor adjunto de seguridad de la Casa Blanca, Ben Rhodes, recalcó hoy a los periodistas que acompañan al presidente Barack Obama en su viaje a Malasia que el Gobierno estadounidense "no tiene ningún plan para alterar los términos de su libertad condicional".

El controvertido caso se inició cuando Pollard fue detenido el 21 de noviembre de 1985, mientras trataba de refugiarse junto a su entonces esposa, Anne Pollard, en la Embajada de Israel en Washington, donde los guardias de seguridad le rechazaron cuando llegó en automóvil a la entrada.

Pollard, un judío estadounidense que obtuvo la nacionalidad israelí cuando ya estaba en prisión, fue condenado por espionaje por entregar documentos secretos al servicio de inteligencia israelí cuando trabajaba como analista civil para la Armada de EE.UU..

Como consecuencia, se desató una grave crisis en las relaciones bilaterales y una feroz crítica dentro de la comunidad judía estadounidense por haber puesto en tela de juicio la lealtad con su país.

Israel negó en un principio que Pollard actuara pagado por sus servicios secretos, el Mosad, y oólo una década después reconoció que había sido su espía.

El Gobierno israelí reclamaba hace años un indulto a Pollard y, en 2014, llegó incluso a poner su nombre sobre la mesa durante el fallido proceso de paz con los palestinos que dirigió el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. 

Suplementos digitales