INRedacción Negocios, AFP
En enero de 1999, en pleno derrumbe del sistema financiero ecuatoriano, las frecuentes visitas de expertos y funcionarios de los organismos multilaterales tenían un objetivo: analizar la viabilidad de implantar la dolarización en Ecuador.
Durante un año se debatió sobre los pros y los contras del sistema. Incluso, se pensó en la convertibilidad, una opción catalogada de “locura”, cuando el ex presidente Abdalá Bucaram la propuso en su momento.
La supervivencia de
la dolarización nos
corresponderá a todos.
Gustavo Noboa
Presidente 2000-2003Y mientras se analizaba si hacerlo o no, los mercados reaccionaban de manera volátil, en especial las tasas de interés, la inflación que llegó hasta 96,10% y las fuertes devaluaciones del sucre. La moneda nacional, que nació en 1884, caía cada minuto a niveles históricos.
En enero de 2000, el país navegaba sin rumbo: en el mercado se podía comprar cada dólar en
10 000 sucres y, a pocas horas en 12 500, 13 000, 14 000 sucres…, los bancos caían como piezas de dominó y el dinero de la gente en los bancos estaba congelado.
El domingo 9 de enero, el entonces presidente Jamil Mahuad dio un giro de timón, pese a que horas antes no estaba seguro de tomar esa decisión. El Mandatario decretó la dolarización.
“Tras dos meses de análisis, he llegado a la conclusión de que la dolarización es conveniente y necesaria. Nuestros estudios dicen que la cotización del dólar debe ser 25 000 sucres. Esto permitirá que el precio del dólar no cambie más, que las tasas de interés queden a niveles internacionales de entre 8 y 12%. Los capitales extranjeros vendrán porque sí se puede invertir, llevar contabilidad, transar operaciones en dólares, ya no hay riesgo (…)”.
No solo mantendré
la dolarización, sino
que la fortaleceré.
Lucio Gutiérrez
Presidente 2003-2005Los restos del naufragio fueron visibles desde muy lejos: 40 instituciones quebradas con miles de clientes que se quedaron sin plata y pérdidas por USD 8 600 millones para el Estado; la pérdida del poder adquisitivo de quienes tenían sucres en la mano ya que para conseguir USD 1 debían poner 25 000 sucres; el éxodo de millones de compatriotas que huyeron de la crisis…
Como contrapartida, el inicio de una década de estabilidad empezaba, tal como lo anunció Mahuad en su cadena. Una década después, pese a todos los sube y baja, la medida ha resultado positiva, según los analistas y empresarios. “El resultado es más que satisfactorio porque el dólar se convirtió en un elemento de custodia y blindaje de la economía”, expresó Joyce de Ginatta, presidenta de la Federación Interamericana Empresarial (FIE).
“Para más del 90% de los ecuatorianos, las condiciones del país son mejores con la dolarización. El esquema monetario tiene gran acogida luego de una compleja transición”, dijo el vicepresidente de la encuestadora Cedatos-Gallup, Carlos Córdova.
La dolarización es
intocable. Por lo tanto,
debemos fortalecerla.
Alfredo Palacio
Presidente 2005-2007Los analistas Jaime Gallegos y Patricio Almeida coinciden en que el balance es positivo, si bien se perdió el manejo de la política monetaria y cambiaria.
“Hay que agradecer a la dolarización la estabilidad macroeconómica de hoy. El sistema frenó el manejo del tipo de cambio -relegado a la banca privada- y la especulación con las tasas de interés”, señaló Gallegos, catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
En cambio, para Almeida, profesor de la Universidad Central Ecuador se encuentra en estos momentos “atado al dólar y depende de cómo camina la economía de EE.UU., lo que fija reglas claras para empresarios, trabajadores y el sector público con miras a mejorar la competitividad”.
oy enemigo de la dolarización, pero es casi imposible salir de ella.
Rafael Correa
Presidente 2007-2010Punto de vista
Marcelo Vásquez/ Analista
‘Una década de estabilidad’
El esquema de dolarización se adoptó con varios objetivos. Que frene el proceso inflacionario en el país, que el Gobierno no siga incurriendo en procesos de devaluaciones como mecanismos de política y gestión económica. Además, se esperaba que la tasa de interés baje a nivel internacional, con la intención que sea un incentivo para atraer a la inversión para la producción nacional.
Incluso se pensó en captar la inversión extranjera bajo un ambiente de estabilidad interna y de seguridad jurídica, que posibilite ese ingreso de capitales. En estos 10 años, la dolarización se ha mantenido gracias a dos factores principales. El primero es el alto precio del barril de petróleo y el segundo aspecto es el de las remesas de los emigrantes en Estados Unidos y Europa. Ese dinero financió la dolarización en la economía ecuatoriana.
Pero en el último año esos factores han tenido un proceso de deterioro. El bajón en el precio del petróleo puso en riesgo el manejo de la política económica interna. Y por la crisis económica mundial las remesas bajaron, pero no creo que eso ponga en riesgo por ahora a la dolarización.
Hay un ofrecimiento del Presidente de la República de mantener o tratar de mantener la dolarización, pero si estas variables están a la baja, creo que la dolarización podría peligrar.
En estos 10 años hay aspectos en los que sí dio resultado la dolarización, como la estabilidad económica, pero no ha sido la solución definitiva. Al tener una moneda dura los ecuatorianos hemos podido planificar los gastos a mediano y largo plazos, lo que antes era imposible hacer.