La espera angustiosa de la viuda de Gabela

Han pasado más de cinco años y las interrogantes que rodean a la muerte del general Jorge Gabela no se esclarecen, del todo.

El martes anterior, la viuda del General, Patricia Ochoa, acudió a Contraloría para pedirle a su titular, Carlos Pólit, que realice una auditoría sobre el informe de la muerte de su esposo. En esencia, pide que el organismo examine el tercer producto que fue elaborado por el perito argentino Roberto Meza, y que aún no es revelado por la Comisión Interinstitucional, integrada por pedido del Gobierno. Su argumento es que el reporte se financió con fondos públicos.

El general Gabela fue asesinado el 19 de diciembre del 2010 en su casa en Guayaquil. El crimen ocurrió luego de que el ex comandante de la Aviación denunciara una serie de anomalías en la adquisición de siete helicópteros Dhruv para la Fuerza Aérea (cuatro se accidentaron).

Los últimos cinco años, Ochoa ha librado una lucha sin cuartel y contracorriente para que se esclarezcan las causas del asesinato. Por sus exigencias, precisamente, el Gobierno integró la Comisión, que contrató la pericia de Meza.

La principal conclusión de los dos primeros productos periciales es que el asesinato de Gabela no se debió a un caso de delincuencia común.

Entonces, el tercer producto se vuelve clave para conocer las otras hipótesis que analizó Meza. La principal, según la familia de Gabela, sería que la muerte del general estuvo relacionada con sus denuncias.

No es la primera vez que Ochoa intenta obtener ese informe. El año pasado trató de acceder al documento con un recurso de hábeas data, que sin embargo fue negado por una jueza de Guayaquil. El documento está en poder del Ministerio de Justicia desde septiembre de 2013. Más allá del contenido del informe, que puede ser un valioso insumo para nuevas investigaciones, es vital que en este caso primen la transparencia y la voluntad para esclarecer el crimen.

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