Lima, DPA
Varios expertos calificaron de “fracaso” la política del gobierno peruano en la lucha antidrogas, ya que ésta no presentó los resultados esperados en 2009 por las bajas incautaciones de estas sustancias y por la extensión de nuevas zonas de cultivo, informó hoy el diario “Perú.21”.
En 2008 se incautaron 16,8 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína frente a las 12,2 de 2009. Asimismo, disminuyó en 1,1 toneladas el decomiso de pasta básica de cocaína, los residuos de la elaboración de la droga, que también son comercializados de forma ilegal.
Además, las restricciones de insumos químicos en las zonas cocaleras no rindieron muchos frutos, ya que la corrupción en los puestos de control hace que siga ingresando kerosene a las mayores áreas productoras de coca del país: al Alto Huallaga y el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) en la zona central del Perú.
“Lo que el gobierno hace es pequeño y marginal, el narcotráfico sigue expandiéndose. Ya somos el primer exportador de droga, podemos ser el primer productor. El elemento nuevo es que los cultivos de coca ya están en Madre de Dios”, dijo el especialista Jaime Antezana.
Según los últimos mapas satelitales elaborados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se han ubicado nuevas zonas cocaleras que desconcentrarían el poder de las mafias de droga locales.
En la sierra del norteño departamento de La Libertad y en la frontera de Puno y Madre de Dios, en el suroriente peruano, se concentran las nuevas producciones de hoja de coca.
Los especialistas coinciden en que el único elemento que lleva al éxito la lucha antidrogas es la reducción de cultivos de coca. Sin embargo, ponen énfasis en que las labores de erradicación están orientadas sólo a la zona del Alto Huallaga.