Bruselas, AFP
Una pantalla ondulante de 33 metros de largo por la que ‘caminan’ un centenar de personajes fue inaugurada hoy en la sede del Consejo Europeo en Bruselas como marca de la presidencia española de la UE, que quiso así simbolizar la “ transición constante ” del Viejo continente.
Con forma de alfombra voladora, la obra ‘Travesías’ se eleva a ocho metros de altura en el atrio del edificio ‘Justus Lipsus’ y desde el suelo se observan a los caminantes digitales como “una metáfora de las transformaciones” de la Unión Europea (UE) , explicó su creador, el artista español Daniel Canogar.
La exposición de una obra por parte del país que asume cada semestre la presidencia rotativa de los 27 se ha convertido en una tradición en Bruselas, coincidiendo a menudo con el lanzamiento del calendario de trabajo.
España, que asumió la presidencia el 1 de enero, escogió ‘Travesías’ porque representa “la forma en que los españoles ven Europa: una transición constante”, declaró el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Diego López Garrido, en el acto de presentación de la obra.
Canogar detalló que para concebir su trabajo pasó “horas y horas” observando el tráfico incesante de miles de personas que cada día atraviesan el atrio de la sede del Consejo Europeo. El resultado es un flujo de personajes variopintos que acompañan al visitante cada vez que ingresa en ese espacio.
Junto a Canogar, la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, trazó por su lado las líneas generales del programa cultural de la presidencia española, que deberá encauzar, entre otros asuntos, el debate sobre la digitalización de libros y otros contenidos.
“Intentaremos buscar una doctrina común” entre los Estados miembros de la UE para encarar el “futuro de las relaciones de Europa con Google” o “cómo vamos a digitalizar los contenidos de nuestros fondos históricos para que accedan todos los ciudadanos”, explicó la ministra.
La UE estudia en particular en estos momentos cómo debe situarse frente al gran proyecto del motor de búsqueda estadounidense Google de colgar en internet millones de libros, en un complejo debate sobre la imparable marcha hacia la era de la digitalización y la necesidad de proteger los derechos de autor o a los editores.