Esmeraldas tiene poco acceso al agua y al alcantarillado

Los habitantes de Muisne usan el agua de los pozos municipales y de los construidos en las propias casas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Los habitantes de Muisne usan el agua de los pozos municipales y de los construidos en las propias casas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Los habitantes de Muisne usan el agua de los pozos municipales y de los construidos en las propias casas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Los 8 000 habitantes de Muisne beben el agua de 40 pozos, construidos hace cuatro décadas. Lo que ocurre en ese cantón refleja la precaria situación de la provincia de Esmeraldas en el acceso al servicio de agua potable y alcantarillado.

Según los indicadores de una encuesta del INEC, entre el 2008 y 2017, en los últimos 10 años, ha habido un retroceso frente a Imbabura, Carchi y Sucumbíos, que han avanzado con una mejor cobertura.

En el centro de la isla de Muisne,40 bombas llenan los reservorios para distribuir por tuberías. Este sistema fue construido para 3 000 personas, pero actualmente habitan más de 8 000 en la isla.

Un informe de la Secretaría del Agua señala que el 13% tiene cobertura y el resto tiene pozos en los patios de sus casas. Además, solo un 6,3% posee alcantarillado.

En la parroquia San José de Chamanga, las viviendas nuevas entregadas tras el terremoto del 2016 se abastecen a través de tanqueros, señala el alcalde Jorge Tello.

Recién desde hace dos meses se construye un sistema para 20 000 personas de Bunche, Pueblo Nuevo y El Relleno, no así para la isla, por haber sido declarada en el 2016 zona de alto riesgo a inundaciones.

Este sistema costará casi USD 3 millones, con un crédito del Banco de Desarrollo, explica el Alcalde.

El cantón Eloy Alfaro, en el norte, no está en mejor situación. Según Senagua, apenas el 31% tiene cobertura y el 3,1% posee alcantarillado.

En San Lorenzo, el 64% de los 84 000 habitantes está abastecido. Está detrás de Esmeraldas y Atacames.

De las 12 parroquias rurales de San Lorenzo (56 000 habitantes) solo Tambillo no tiene agua potable. A esa isla, ubicada entre el manglar, se envía agua de pozo.

El alcalde Gustavo Samaniego dice que se plantea ampliar el sistema con 55 kilómetros de tubería para dar agua a la ciudad y atender a Tambillo. Para ello, necesita USD 14 millones.

En el caso de los cantones Esmeraldas, Atacames y Rioverde comparten el sistema regional, pero se proyecta atender al 100% de los habitantes, luego de que termine la construcción del nuevo proyecto. La obra está avanzada en un 90% y se financia con USD 130 millones del Gobierno.

La proyección es atender a 500 000 personas.

Las cuatro provincias fronterizas tampoco tienen buenos indicadores en los servicios de conectividad.

En telefonía fija, la cantidad de abonados no representa ni el 7% de la población de Sucumbíos y Esmeraldas; en esta última provincia se perdieron cerca de 4 000 abonados el pasado año, según Arcotel. En Carchi e Imbabura, la telefonía fija llega al 13 y 14%, respectivamente.

En telefonía celular, el 44,60% de los pobladores de Esmeraldas tenía un teléfono celular activo en 2016, según la encuesta del INEC. Este alcance es menor frente a Carchi e Imbabura. Y Esmeraldas es la provincia con el porcentaje más bajo de uso de Internet en el país: 40,20%, según el INEC.

En el acceso a electricidad, las cuatro provincias están bien servidas. La zona con menor cobertura es Sucumbíos.

Uno de los principales problemas de Sucumbíos es la suspensión del servicio debido a los factores climáticos.

Las lluvias producen cortes de energía, por lo que las industrias, negocios y algunos habitantes han optado por tener generadores propios, refiere Mónica Sánchez, exdirectora regional de Sucumbíos de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero.

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