Recep Tayyip Erdogan es el nuevo presidente de Turquía, tras su victoria en primera vuelta en las elecciones de este país. Foto: AFP
El ex primer ministro islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan prestó juramento este jueves, 28 de agosto, como presidente de Turquía, una nueva etapa tras pasar once años al frente del país gobernando, según la oposición, de forma “autocrática”.
Dos semanas después de su clara victoria en la primera vuelta de la presidencial, Erdogan, de 60 años, juró el cargo ante el parlamento y sucederá a su correligionario Abdulá Gul en un puesto desde el cual espera seguir dirigiendo Turquía.
Para evitar cualquier obstáculo, el hombre fuerte de este país ha elegido a uno de sus fieles para reemplazarlo al frente del partido en el poder, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), y del gobierno, el ministro de Exteriores Ahmet Davutoglu.
Erdogan juró con solemnidad respetar “la Constitución, la supremacía del Derecho, la democracia, los principios y las reformas de Ataturk y los principios de la república laica”.
Los defensores del régimen laico creado por Mustafa Kemal Ataturk, tras la caída del imperio otomano, lo acusan de traicionar su legado, pero Erdogan afirma que la transformación de su país en una potencia regional hubiera sido aprobada por el padre de la Turquía moderna.
Una docena de jefes de Estado y de Gobierno de países de Europa Oriental, África, Asia Central y Medio Oriente asistieron a la ceremonia, según la agencia Anatolia. En cambio, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, anuló este jueves su visita a Turquía debido al “deterioro rápido de la situación” en el este de Ucrania, donde los separatistas prorrusos se apoderaron de varias ciudades.
Por su parte, los dirigentes de los grandes países occidentales, aliados de Turquía en el seno de la OTAN, se han hecho representar en la ceremonia, señal de la creciente desconfianza que suscita Erdogan, de quien se teme su creciente vocación autoritaria e islamista.