En el 2007, Rosana Alvarado fue asambleísta constituyente por Azuay. El 2009 fue de nuevo asambleísta. El 2013 fue reelegida legisladora y Primera Vicepresidenta de la Asamblea. Dice que una cárcel regional no tiene punto de comparación con los centros anteriores a la Revolución Ciudadana. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
– El presidente Lenín Moreno pidió a la Secretaría de Drogas que revisara la tabla de consumo de narcóticos. Ud. manifestó que no, la oposición dijo que sí. Bajo este contexto, ¿cómo llegar a acuerdos, más aún cuando de por medio está el llamado al diálogo del Jefe de Estado?
Mire, la tabla puede revisarse. Lo que yo creo es que hay una necesidad social de mantener las dos tablas: la una que establece hasta dónde una persona puede ser considerada consumidora y desde dónde se puede considerar expendedora, traficante o comerciante de drogas. Sobre eso hay una propuesta que siempre ha tenido el PSC, que es eliminar la tabla de drogas, porque consideran que gracias a eso ha crecido el número de personas con adicción.
– ¿No es así?
No. Un adicto no es un delincuente y tiene que ser rehabilitado; no tiene que ser criminalizado. Y eso es lo que justifica la existencia de la tabla. No es que porque existe la tabla hay facilidades para el consumo.
– Pero, ¿cómo consensuar entonces posiciones como la suya y la del PSC para que ese llamado al diálogo tenga efectos?
No sé si será posible llegar a consensos, pero sin duda habrá propuestas que se puedan incorporar. Pero, cuidado con esos mensajes que pueden seducir a la gente, en torno a que
si se elimina la tabla se elimina el consumo. Eso no es así.
– Pero la tabla también fue usada por los microtraficantes, que se camuflaron como consumidores mientras vendían la droga.
Siempre habrá riesgos, pero no podemos hablar de casos, porque la casuística desbarata cualquier política, pues habrá alguien que diga a mí no me funcionó esto.
– Es que no son casos aislados. Las bandas incluso captaron a los consumidores para que vendiesen la droga, pues la ley no castiga el consumo y en esa figura se han blindado.
Mire, la persona que consume también puede ser expendedor en menor escala. Pero ahí ya es cuestión de aplicar la justicia y la tabla de expendio.
– Usted dice que no se debe criminalizar al consumidor, pero en los últimos días del Gobierno del expresidente Rafael Correa se planteó sancionar con cárcel a quienes consumen droga en espacios públicos.
No sé si con esto se solucione el tema del tráfico (…) Eso te ayuda a estimular o a creer que ahí puede esta la persona que expende. Ahora, (la sanción que se plantea) es por consumir en espacio público, pero también por expender.
– Ministra, en esa propuesta no se menciona nada sobre sancionar la venta.
De acuerdo. Pero establece unos límites para el consumo.
– Ahora, ¿cómo esta tabla de expendio influyó en el incremento de detenidos en las cárceles del país?
Sí hemos tenido un aumento de personas detenidas por esta tabla. Pero para eso está el Decreto 1440 (emitido en el penúltimo día del Gobierno de Rafael Correa) que indulta y libera a las mulas de la droga.
– Usted dice que en las cárceles hay hacinamiento. ¿La tabla es una causa para que haya más detenidos?
Hay algunos factores para el hacinamiento. Por ejemplo, el terremoto de Manabí nos quitó la posibilidad de usar El Rodeo. Ahí tenemos 2 000 plazas menos para los internos. Luego, ciertamente, ha crecido el número de detenidos que están relacionados con drogas. Y también influyó la decisión de la Corte de acumular las penas en casos de droga.
– ¿En qué porcentaje está ese hacinamiento ahora?
Tenemos 10 000 personas más allá de las que alcanzamos a atender en 37 cárceles. Hoy por hoy contamos con más de 30 000 detenidos.
– Pero el 2007 había 18 675 detenidos. ¿Qué pasó?
Creo que sobre el tema penitenciario no se quiere hablar con toda la franqueza. El tema penitenciario no es algo que haya tendido a disminuir ni en Ecuador ni en ninguna parte. Más bien eso crece.
– ¿Crece? Entonces, ¿desde cuándo empiezan a detectar ese hacinamiento?
Creo que desde el 2015. No tenemos los suficientes centros de rehabilitación. Históricamente el tema penitenciario ha tenido más pendientes en Ecuador y en la Región.
– ¿Por qué no terminaron de solucionar estos problemas en los 10 años de la Revolución Ciudadana? El mismo Lenín Moreno, como candidato, dijo que aún faltan centros de rehabilitación para adicciones.
En 10 años y en 15 años es imposible poder desarrollar. Yo no conozco un país que en una década haya podido conseguir todo lo que requería.
– Dentro de las cárceles también siguen operando mafias. Eso no ha parado.
Porque la gente sigue delinquiendo. Ojalá bastara la aprobación de una ley para que se diga compóngase el mundo y se compone. Y no es así pues.
– Entonces, ¿por qué se dijo que ya no ocurriría esto? Anunciaron medidas como la creación del nuevo cuerpo de agentes de seguridad penitenciaria y no ha funcionado.
Pero es algo que hay que hacer permanentemente (…) Todo el tiempo estamos haciendo requisas e intervenciones. Tenemos ya los inhibidores de señal, para que el tema de celulares sea erradicado.