Puerto Príncipe. Reuters y DPA
Fuerzas de seguridad dispararon ayer gases lacrimógenos contra los haitianos que se amontonaban en un punto de entrega de alimentos. Las demoras en la ayuda para los sobrevivientes persisten a dos semanas del terremoto.
Los cuerpos de paz brasileños de Naciones Unidas utilizaron gas pimienta para controlar a una multitud frenética de miles de haitianos que buscaban comida en un campamento improvisado instalado cerca del Palacio presidencial, en Puerto Príncipe.
Ayuda desde Ecuador
El Banco Pichincha mantiene abiertas dos cuentas para que los ecuatorianos depositen sus aportes en favor de los damnificados haitianos:
3108845500 , a nombre de Munera, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y de la campaña ¡Haití espera por ti!
5471872100 , a nombre de la Cruz Roja Ecuatoriana (CRE) y del Consulado de Haití.
“No son violentos, solo están desesperados. Solo quieren comer”, dijo el coronel brasileño Fernando Soares. “El problema es que no hay suficiente comida para todos”, agregó el alto oficial.
Una operación de socorro internacional encabezada por Estados Unidos lucha por alimentar, dar albergue y cuidado a miles de sobrevivientes hambrientos y sin hogar. Pero la ayuda se entrega en medio de persistentes quejas de los sobrevivientes, que señalan que los aportes enviados a Haití no les estaban llegando.
Por eso, tropas estadounidenses, cuerpos de paz de la ONU y trabajadores de ayuda ampliaron la distribución de alimentos.
Algunas entregas de alimentos en la capital se han vuelto caóticas. Ayer, en el destrozado Palacio Presidencial, tropas de Naciones Unidas -con escopetas- entregaron sacos de arroz con banderas estadounidenses en ellos. Camiones blindados formaron un cordón para controlar a la multitud y la gente era registrada mientras ingresaba al punto de chequeo.
“Ayer nos dieron arroz, pero no fue suficiente. Era mucha gente”, refirió Wola Levolise, de 47 años. Él vive en el campamento con sus nueve hijos. Estados Unidos ha desplegado más de 15 000 militares en Haití. Cerca de 4 700 están en la isla y el resto en barcos frente a la costa.
Pero el hambre no es el único problema. La emergencia médica en Haití durará tres meses, dicen los médicos.
El Ejército estadounidense podría reducir su participación en Haití pocos meses, mientras otras organizaciones internacionales asumen un mayor papel para proveer seguridad y asistencia ante el desastre. Pero EE.UU. planea ayudar a construir un hospital con
5 000 camas, para entregar cuidados a largo plazo a las víctimas del terremoto del día 12.
En tanto, emergían algunas señales de que la devastada capital volvía lentamente a la vida. Un camión de basura de la ciudad remolcó pilas de escombros fuera de un campamento cerca de la iglesia de San Pedro y una larga fila de personas esperaba fuera de un banco en el suburbio de Petionville. Un mercado callejero en la calle Rue Geffrard de Puerto Príncipe estaba repleto.
Mientras la operación de socorro para Haití pasa del rescate a la recuperación, las autoridades intentan reubicar al menos a los sobrevivientes, que se albergan actualmente en campamentos.