Hortencia Bustos
Tradicionalmente, el estudio de la Biología está influenciado por el fenómeno de las especializaciones con un extenso temario: Citología, Embriología, Genética, Evolución, Ecología, Anatomía, etc.
Tratamiento de contenidos
Los contenidos cognitivos acercan al estudiante a enramados conceptuales que expresan principios generales. El manejo de estos y de las operaciones intelectuales conduce la búsqueda y reconstrucción del conocimiento.
Los contenidos procedimentales desarrollan habilidades de observación, manejo de procedimientos de laboratorio e investigación, y la decodificación de modelos descriptivos–explicativos.
Los contenidos actitudinales favorecen procesos de actitud crítico-reflexiva, frente a acontecimientos científicos que tienen connotaciones sociales.
Bajo este enfoque, el estudio de la vida suele abordarse como campos aislados de conocimientos que se estudian sin realizar interconexiones con otras disciplinas, como son la Química y la Física. Esta postura es meramente informativa, descriptiva y fragmentada.
Un nuevo enfoque disciplinar
La idea es desarrollar una propuesta analítica, explicativa e integradora del conocimiento del mundo biológico, mostrando la relación sistémica y compleja de la organización de la vida, sin atomizar el conocimiento.
Aquí, el maestro cumple el “rol de mediador entre el conocimiento socialmente construido y los procesos de aprendizaje en el aula” (Terán, Rosemarie, Programa de Reforma Curricular del Bachillerato, ME – UASB.).
El estudiante, además de aprender la disciplina científica, desarrolla sus capacidades cognitivas, procedimentales y actitudinales, empleando el principio de ‘aprender a aprender’. También desarrolla el pensamiento formal; la capacidad de realizar lecturas y explicaciones de principios y leyes; construye enramados conceptuales; desarrolla operaciones intelectuales que permitan un comprensivo procesamiento de información, mediante el aprendizaje significativo.
Se busca enriquecer la comprensión de las relaciones interdisciplinares, donde la Biología, la Química y la Física coordinan secuencias de aprendizaje para establecer puentes cognitivos entre estos saberes científicos, y así entender la vida de manera interrelacionada y sistémica.
El nuevo enfoque pretende mostrar a los estudiantes que la ciencia, como construcción humana, es un campo dinámico, cambiante, en debate; donde la mente humana genera, crea y recrea el conocimiento y la explicación. Se pretende desmantelar el imaginario de que cuando se estudia ciencia, los conceptos que en este momento esta reconoce y acepta, constituyen verdades concluidas. El énfasis está en dejar en la mente de los jóvenes la claridad de que el conocimiento es resultado de interpretaciones rigurosas en permanente proceso de revisión, indagación, complementación o reformulación.