Los emprendedores se transformaron en protagonistas del desarrollo económico

Hace 10  años, escuchar la palabra emprendedor (persona capaz de iniciar y poner en marcha una nueva idea de negocio) era algo etéreo y hasta desconocido. Pero a lo largo de esta década, con el amplio espacio desplegado por los medios de comunicación para dar a conocer esos casos de éxito que motivan a la población a decir:  “Sí se puede”, la palabra emprendedor ya no es un término que asusta. Es más, hoy muchos ecuatorianos, especialmente jóvenes, buscan aquella idea que  genere un holgado nivel económico de vida. 

Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 22% de los emprendedores que se aventuraron a dar a luz su propio negocio, lo hizo para lograr una mejoría económica personal y de su familia (22%). En cambio, un 19% de emprendedores lo hizo por sentirse dueño de algo.

En los últimos años, Ecuador se ha transformado en uno de los países más prolíficos en materia de emprendimiento. Conforme con el estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM), realizado a escala global, el año pasado el país ocupó el sexto lugar del ‘ranking’ mundial en actividad emprendedora. El proyecto GEM fue creado por las instituciones London Business School (Inglaterra) y Babson College (EE.UU.), en 1997.

Esa capacidad de generar nuevas ideas ha sido recogida por los medios de comunicación, por lo que a lo largo de estos años las páginas de la prensa y los reportajes en radio y TV han recogido numerosas historias.

El testimonio de aquellos días

Luis Salazar Borja. Director de Junior Achievement

‘La prensa escrita incubó a nuevos emprendedores’

Redacción Negocios

Los últimos seis años se ha dado con fuerza el surgimiento de nuevas ideas de negocios y, obviamente, de los nuevos emprendedores. Los jóvenes han empujado este fenómeno en el país porque han tenido  un cambio en su mentalidad. Muchos ven que sí hay una oportunidad para salir adelante y convertirse en  su propio jefe.
 
Los nuevos emprendedores ya no quieren ser empleados y por eso se arriesgan a concretar su proyectos a bajo costo, con pequeños capitales semilla de entre USD 5 000 y 8 0000. Y, además, generan empleos. El emprendedor de ahora es más sofisticado que el de ayer, más avanzado tecnológicamente, sabe más hacia dónde quiere ir. Dispone de más información como para no fracasar, pero sabe que si se falla  puede buscar una alternativa, una y otra vez.

¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Licenciado en Administración de Empresas, en la PUCE. Fue por 25 años funcionario de Citibank, ocho de ellos fue voluntario activo de programas de  Responsabilidad Social. Actual Director de la Fundación Junior Achievement Ecuador. Asesor de soluciones patrimoniales. Emprendedor.El viejo emprendedor se rendía a la primera y volvía a ser empleado. Esa es la diferencia. Y en este ‘boom’ del emprendimiento, la prensa escrita ha cumplido un papel fundamental, porque publica  e informa lo que ocurre en este campo.

Si la prensa no hubiera reflejado esa información en sus contenidos, todos los proyectos los hubieran conocido solo el pequeño círculo que lo rodea y nadie más. La difusión ha hecho que más personas estén hoy interesadas en crear nuevas ideas y que  conozcan qué otros existen. Ha permitido al emprendedor salir de un medio cerrado, desconocido, a uno más abierto, donde la información está al alcance de todo el mundo. Eso permite no repetir proyectos y hasta ha contribuido, por ejemplo, a que ahora existan bancos de emprendimiento, donde la gente revisa todo lo hecho.

Otro aspecto importante en donde los medios de comunicación han sido vitales para la expansión del emprendimiento ha sido en la parte de la educación. Cumplen con un papel ético, moral y financiero invaluable. Con sus reportajes son capaces de sensibilizar a organismos estatales, no gubernamentales y privados para que se interesen y apoyen estas nuevas ideas. De ahí han nacido una serie de políticas, concursos, campañas, etc., que han impulsado el emprendimiento.

Y en todo este camino recorrido, el Semanario de Economía y Negocios Líderes, del Grupo EL COMERCIO, se lleva el primer lugar en educar y dar a conocer el esfuerzo y los méritos de quienes luchan cada día por sostener sus ideas. Líderes ha hecho bastante en ese sentido y cada lunes, en sus páginas, mucha gente se entera de los secretos, no solo de las pequeñas empresas, sino también de las grandes. En los centros de capacitación profesional y en las universidades, ya casi es un deber obligatorio leer el Semanario el primer día de la semana.

El efecto que se ha podido ver con toda la puesta en escena de estas noticias ha sido también que cada vez más instituciones, fundaciones, organismos  de una u otra manera, busquen  la forma de dar un soporte a estas iniciativas. Desde este ángulo, el emprendimiento se lo ve como una manera alternativa ante la cual los diferentes profesionales que salen de las universidades  o de los colegios pueden generar productividad.
 
El camino se lo ha trazado pero falta por caminar. Es necesario encontrar un mecanismo para crear fuentes de financiamiento simples, tener un medio electrónico que permita organizar las grandes ideas a nivel de país, tener un banco de datos pública y hay que apoyar la parte educacional y económica.

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