La quema del monigote se realizó este miércoles 30 de diciembre del 2015 por algunos oficinistas. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Las viudas y monigotes comenzaron a tomarse las calles de Quito un día antes del 31 de diciembre. A lo largo de la avenida República, en el norte de la ciudad, oficinistas y empleados privados salieron a despedir el 2015 con sus muñecos y se disfrazaron de viudas.
Pequeñas fogatas se observaban en las esquinas mientras hombres y mujeres se abrazaban y reían. “Escaneamos las caras de dos compañeros y las imprimimos para quemar los muñecos del año viejo. Espero que en el 2016 haya nuevos retos y oportunidades. Tenemos que resaltar solo lo positivo y alejarnos de lo negativo”, dijo Iván Lara, de la firma Rusell Bedford.
Los empleados de esa compañía saltaban sobre el monigote y otros se tomaban fotografías junto a este. Ellos repetían la frase “feliz año” mientras se abrazaban.
Cerca de ellos, un grupo de 10 personas de la empresa Conecta caminaba en una comparsa de disfraces. Lo hacía atrás de un vehículo negro que fingía ser una carroza fúnebre que llevaba al año viejo. Mientras caminaban, ellos bailaban cumbias y hacían sonar sus silbatos. “¡Feliz 2016”, gritaban a los transeúntes que caminaban por aquel sitio.
“Esta es la tradición de la empresa. Siempre nos damos la vuelta con los compañeros disfrazados. De aquí nos paramos a bailar un rato, encendemos juegos pirotécnicos y quemamos el viejo”, manifestó Jorge Jara, funcionario de esa firma.
Tres cuadras más abajo estaban los funcionarios de otra compañía. De ellos, tres se disfrazaron de viudas y pedían dinero a los vehículos que circulaban por la zona. “Estaremos unas dos horas y luego nos iremos a bailar por el fin de año. Lo hacemos como una tradición”, contó Alexandra Paredes, una de las personas que estaba en ese grupo.
“Somos una familia en el trabajo. Para mí, es la primera vez que me visto de viuda. Es un poco incómodo, pero tenía que hacerlo porque me eligieron por sorteo y había multa de USD 50 si no lo hacía”, dijo David Vivanco.
Al pasar por la avenida Amazonas era más recurrente encontrar a gente que celebraba. En cada cuadra aparecían grupos de personas alrededor de monigotes a los que se les prendía fuego. Saltaban sobre las llamas y bromeaban. “Esperemos que en el 2016 haya trabajo porque se escucha que se viene un año difícil. Esperemos que no sea así de complicado”, dijo Luis Andrade de la empresa Tecnología Avanzada.