Santiago de Chile. DPA y ANSA
Una de las encuestas más prestigiosas de Chile previó ayer un empate estadístico para la segunda vuelta presidencial del domingo. Ese día se enfrentarán en las urnas el abanderado de la derecha, Sebastián Piñera, y el candidato oficialista, Eduardo Frei.
El estudio, que en 2006 anticipó con precisión el porcentaje de triunfo de la presidenta Michelle Bachelet, otorgó 50,9 % de votos a Piñera y 49,1 a Frei, pero con un margen de error del 3%.
“Estadísticamente, esta distancia se puede duplicar o anular”, dijo la empresa MORI, que señaló que hay un 7% de indecisos. De ellos, casi la mitad son seguidores del ex candidato presidencial independiente Marco Enríquez, derrotado en primera vuelta.
“Estos resultados indican que Frei ha acortado la distancia con Piñera y que los acontecimientos después del término de la encuesta pueden acortar aún más esa distancia”, advirtió el sondeo. Al cierre de la encuesta, el 9 de enero, la diferencia entre Frei y Piñera no era más de tres votos por urna, según el estudio.
Entre esa fecha y ayer, hubo un debate presidencial televisado y Enríquez acercó posiciones al oficialismo. El estudio, sin embargo, reconoce que el clima de opinión es aún favorable a Piñera, quien ha ganado todas las encuestas desde hace dos años, aunque cada vez por un menor margen.
“Esta es la primera elección presidencial desde 1989 en que la derecha tiene ventaja en la imagen de triunfo”, señaló MORI, recordando que la centro-izquierda gobierna Chile desde 1990.
La elección presidencial actual es la más reñida desde hace 40 años, cuando fue elegido el presidente socialista Salvador Allende, derrocado en 1973 por los militares con apoyo de la derecha. 8 285 186 chilenos están inscritos para sufragar, del total de 12 180 403 potenciales votantes. O sea, un tercio del país no expresará su opinión el domingo.
En una decisión que pudiera apuntalar la candidatura de Frei, el independiente Enríquez otorgó ayer su apoyo al candidato preoficialista. El pronunciamiento ahondó la incertidumbre sobre el resultado de los comicios del domingo. “Ante esta coyuntura histórica, ante esta incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de Chile hacia el futuro, es mi responsabilidad contribuir en lo que pueda, para que eso no ocurra. Declaro formalmente mi decisión de apoyar (a Frei)”, arengó Enríquez.
El diputado, quien obtuvo un 20 % de respaldo en primera vuelta, agregó que lo separa “un abismo irreconciliable” con la derecha y su líder, el millonario Piñera. “No hemos negociado nada y no negociaré nada. No quiero nada para mí. No me verán en cargo alguno en el próximo gobierno”, afirmó Enríquez.
Por su lado, Moisés Valenzuela, secretario general de la Democracia Cristiana, señaló ayer que Frei se impondrá por un margen estrecho a Piñera.
Valenzuela convocó, asimismo, a un despliegue masivo de apoderados del candidato presidencial pro Gobierno, con el fin de vigilar la normalidad del conteo de votos en las 34 000 mesas que recibirán los sufragios. “En esta segunda vuelta todos hemos entendido que los resultados van a ser estrechos, que no va a haber grandes diferencias entre un candidato y otro”, declaró el líder oficialista.
En la otra orilla, Piñera está seguro de su triunfo, pese a las críticas que ha recibido. El candidato derechista, todavía favorito para ganar la segunda vuelta electoral, es un multimillonario empresario con intereses en casi todas las áreas de la economía chilena, lo que ha generado dudas sobre si ello es compatible o no con el cargo de presidente.
Accionista mayoritario de la aerolínea LAN, propietario del popular club de fútbol Colo Colo -del que no es hincha- y dueño del canal Chilevisión, entre otras propiedades, Piñera tiene una fortuna de USD 1 200 millones. Esta condición es la que sus detractores consideran que le resta independencia para gobernar.
Piñera tiene muchos millones de dólares invertidos en Perú, a través de Lan Perú (filial de LAN). Y esa inversión depende del Gobierno peruano, que es el que otorga las licencias de vuelo.
Pero Piñera dice que esos cuestionamientos forman parte de una guerra sucia. “Claramente, el tema de negocios y política afecta a los votantes de Frei más que a los de Piñera. Los votantes de Piñera no lo ven como un problema”, explicó la directora de la Encuestadora MORI, Marta Lagos.