El embajador de Estados Unidos, en Ecuador, Todd Chapman manifestó su preocupación por el desastre que causó el terremoto en Pedernales. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
“La cooperación de Estados Unidos será permanente, sobre todo en esta segunda fase, de reconstrucción”. Así lo aseguró a EL COMERCIO el embajador de ese país en Ecuador, Todd Chapman, quien este martes 26 de abril del 2016 llegó a Pedernales, una de las poblaciones de Manabí afectadas por el terremoto de 7.8 grados que el 16 de abril sacudió la Costa norte ecuatoriana.
“He trabajado en Afganistán, Mozambique, en África. He visto muchas cosas, pero aquí el desastre es enorme. Es muy importante que nosotros, como pueblo de Estados Unidos, ayudemos en este momento tan serio (que pasa Ecuador)”, dijo Chapman, luego de observar las secuelas del desastre. “No he visto nada igual”.
De acuerdo con la Secretaría de Gestión de Riesgos, en Pedernales se registraron 167 fallecidos de los 655 que dejó el terremoto del sábado 16. Las secuelas de la tragedia dan cuenta de 5 955 personas albergadas y 6 personas desaparecidas en esa localidad. Asimismo, también en Pedernales, se reporta una afectación del 80% en el sector de la producción (la mayoría comercio y artesanía). Hasta el momento, el 50% del servicio de energía eléctrica no ha sido reestablecido.
El embajadores de Estados Unidos, de Gran Bretaña, Patrick Mullee; y de Canadá, Marianick Tremblay, recorrieron este martes Pedernales acompañados por el viceministro del Interior, Diego Fuentes, quien hizo un breve resumen de lo que los organismos de socorro han hecho en los 10 días posteriores al terremoto.
Junto a los embajadores, el viceministro del Interior Diego Fuentes recorrió los sectores devastados por el terremoto en Pedernales. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Fuentes dijo, por ejemplo, que la Policía envió un contingente de 700 uniformados para controlar el orden público y dar seguridad a los comerciantes. La idea es que los lugareños vuelvan a Pedernales y se reactive la economía, actualmente devastada tras el sismo, señaló.
La Policía también designó a agentes mujeres para que controlen los albergues y se eviten posibles abusos contra niños o mujeres.
En el recorrido, el embajador de Gran Bretaña también mostró asombro. Mullee contó a EL COMERCIO que visitó Pedernales en junio del año pasado y que el contraste es evidente. “Ver el cambio de ahora es un susto. Bastante triste”.
Gran Bretaña envió tres ingenieros expertos en daños sísmicos. Ellos estuvieron junto a la comitiva y la Embajada anunció que permanecerán indefinidamente en Pedernales.
A simple vista, los técnicos aseguran que la destrucción de la ciudad se debió posiblemente a las construcciones de tipo artesanal que predominaban en el cantón. “Hay muchas preguntas de los materiales. La arena utilizada parece ser arena de mar. Eso incidió en la caída de los inmuebles. Y muchos edificios irregulares en altura. Plantas con muros que luego se transforman en plantas con columnas. Esto causa muchos problemas”, dijo la ingeniera Anna Pavan.