Esta foto tomada el 16 de septiembre de 2017 muestra humo en edificios y zonas residenciales de Marawi en la isla meridional de Mindanao. Foto: AFP
Las Fuerzas Armadas de Filipinas anunciaron este domingo que tomaron el control del centro de mando de los yihadistas que asedian una ciudad del sur del archipiélago desde hace casi cuatro meses.
Las fuerzas de seguridad pelean en combates calle por calle, respaldadas por bombardeos aéreos, en su esfuerzo por expulsar a los yihadistas de Marawi, en un conflicto en el que el grupo EI busca al parecer establecer una base en Filipinas para operaciones en el sureste asiático.
Las Fuerzas Armadas indicaron que capturaron el centro de comando al término de una sangrienta batalla que se inició el sábado en una mezquita y otro edificio.
“Este enorme avance (militar) debilitó al grupo terrorista al privarlos del centro de comando y control”, declaró el general Eduardo Ano en un comunicado.
“Mientras continúan las operaciones de seguimiento y limpieza, anticipamos que el enemigo perderá otras posiciones ocupadas anteriormente, pero no sin dar batalla”, dijo, antes de agregar: “estamos listos para eso”.
Cientos de extremistas armados que pelean enarbolando la bandera negra yihadista del Estado Islámico en Medio Oriente ocuparon el 23 de mayo pasado Marawi, capital musulmana de Filipinas, mayoritariamente católica.
Más de 800 militantes, tropas gubernamentales y civiles murieron desde entonces en el conflicto que desplazó a miles de personas y destruyó partes de la ciudad.
El presidente filipino Rodrigo Duterte desplegó miles de soldados e impuso la ley marcial en el tercio meridional del país para hacer frente a la crisis, mientras los militares despliegan su acción contra los yihadistas, respaldada desde el aire por Estados Unidos.