La ejecución presupuestaria del Municipio de Quito bajó en el 2017

Los trabajos en la estación de los Quito Cables en La Roldós están detenidos. Existe un contrato pero todavía no se viabiliza el financiamiento para culminar esta obra. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Los trabajos en la estación de los Quito Cables en La Roldós están detenidos. Existe un contrato pero todavía no se viabiliza el financiamiento para culminar esta obra. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Los trabajos en la estación de los Quito Cables en La Roldós están detenidos. Existe un contrato pero todavía no se viabiliza el financiamiento para culminar esta obra. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La salida de los gerentes de cuatro de las 12 empresas públicas metropolitanas de Quito pone a prueba al Municipio para enfrentar los retos pendientes en los 17 meses que le restan al actual período.

De acuerdo con los datos proporcionados por la Tesorería del Cabildo, hasta octubre pasado estas entidades habían ejecutado el 60% de su presupuesto asignado para el 2017. Esto significa 2,7 puntos porcentuales menos que lo registrado en igual período del 2016.

Una de las empresas criticadas en el Concejo por sus niveles de ejecución presupuestaria es la Epmmop, que hasta octubre pasado había gastado el 46% de los fondos que le fueron asignados para el 2017. El año anterior, su nivel de ejecución fue más alto: 56%.

Esta entidad está en la búsqueda de su cuarto gerente en lo que va de la actual administración municipal y tiene dos grandes tareas pendientes: resolver el futuro de la Solución Vial Guayasamín y de los Quito Cables, que están parados.

El administrador general del Cabildo, Miguel Dávila, afirma que en materia de gasto de recursos, el caso de la Epmmop es particular en el Municipio pero común en empresas constructoras. Explica que este tipo de entidades contratan una obra y entregan un anticipo, pero ese monto no tiene efectos presupuestarios sino contables. Conforme avanza la obra, se devenga el anticipo. Esto se acelera al ritmo del progreso de los proyectos.

Si bien el uso del dinero en proyectos no es el único factor para evaluar la eficiencia de una empresa, para el concejal Carlos Páez, de Alianza País, sí es un indicativo importante de la gestión de una entidad.

Si hay niveles bajos de ejecución presupuestaria, se pueden señalar falencias y en ese sentido, dice Páez, hay muestras visibles en Quito de falta de gestión. Eso se puede ver, por ejemplo, al recorrer vías que están en mal estado.

Por ello, el edil Jorge Albán (AP) propuso quitarle los USD 70 millones previstos para la Epmmop para este año y entregarlos a la Empresa de Transporte de Pasajeros o a proyectos en el Centro Histórico.

La propuesta no pasó, como tampoco el presupuesto municipal, el cual entró en vigencia por el ministerio de la ley, luego de recibir los votos del alcalde Mauricio Rodas y de Renata Moreno, del movimiento Vive.

La concejala independiente Daniela Chacón recuerda que también ha habido problemas con Emgirs y Emaseo. La primera perdió a su gerente tras el derrumbe en El Troje que segó la vida de un obrero y ocasionó un desabastecimiento de agua a gran parte de la ciudad.

Emaseo, en cambio, estrenó el viernes su cuarto gerente. Para el también independiente Sergio Garnica, la designación de Juan Neira es acertada porque su experiencia en el sector público se traducirá en un mejor desempeño de una entidad que enfrenta una crisis por el mal estado de su flota de recolección de basura.

Neira gerenció la Empresa de Agua Potable, que es considerada una de las entidades municipales más eficientes, y recientemente estuvo a la cabeza de todas las empresas públicas de Cuenca.

Para Garnica, ha habido errores en la administración al colocar gerentes que a pesar de sus buenas hojas de vida en lo académico y la experiencia en la empresa privada, no han logrado adaptarse a lo público.

Otro caso es el de la Empresa de Transporte de Pasajeros, que es criticada por la renovación de flota con buses de diésel y por la demora en la implementación del sistema inteligente de transporte, que ya cuenta con una ordenanza para aplicarlo. Según Chacón, la empresa pierde alrededor del 30% por evasión en el pago de pasajes. Ella considera que ha habido demoras innecesarias en implementar el cobro de pasajes con tarjetas con chip, algo que reduciría las pérdidas.

Agrega que si hay tantas empresas públicas que no han logrado generar recursos propios sino más bien pérdidas que incluyen la imposibilidad de recuperar el IVA, por ejemplo, la solución estaría en volverlas dependencias municipales mejor administradas.

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