EE.UU. suspende importaciones de carne vacuna brasileña por razones sanitarias

Un producto básico de la dieta de los brasileños es la carne de pollo y de res. Los países frenaron sus compras. Foto: Antonio Lacerda / EFE

Un producto básico de la dieta de los brasileños es la carne de pollo y de res. Los países frenaron sus compras. Foto: Antonio Lacerda / EFE

Brasil, importante exportador mundial de carne vacuna y aviar, fue sacudido en marzo por una crisis alimentaria. Foto: EFE

Estados Unidos suspendió este jueves 22 de junio del 2017 la importación de carne vacuna fresca proveniente de Brasil “a causa de recurrentes problemas sobre la seguridad sanitaria de los productos destinados al mercado estadounidense”, según un comunicado del departamento de Agricultura (USDA).

Esta decisión será mantenida “hasta que el ministerio brasileño de Agricultura tome medidas correctivas consideradas satisfactorias por el USDA”, agrega el documento.

“Aunque el comercio internacional es una parte importante de lo que hace el USDA y Brasil es uno de nuestros socios desde hace tiempo, mi primera prioridad es proteger a los consumidores estadounidenses”, dijo el secretario de Agricultura, Sonny Perdue.

“Eso es lo que hicimos al suspender la importación de carne fresca vacuna brasileña”, agregó.

Estados Unidos es el primer productor mundial de carne vacuna.

Brasil, importante exportador mundial de carne vacuna y aviar, fue sacudido en marzo por una crisis alimentaria luego de que la policía revelara que importantes exportadores de carne habían sobornado a inspectores de los servicios de higiene para certificar carne en mal estado como apta para su consumo.

Desde entonces “los servicios de seguridad alimentaria y de inspección sanitaria del USDA inspeccionan el 100% de todos los productos cárnicos provenientes de Brasil”, explicó el USDA el jueves.

Esos servicios “rechazaron la entrada a 11% de la carne bovina fresca brasileña”, un porcentaje “claramente más importante que la tasa de rechazo de 1% de los envíos provenientes del resto del mundo”, agrega Agricultura. En total unas 862 toneladas de carne fueron rechazadas.

“Garantizar la seguridad alimentaria del país es una de nuestras principales misiones”, declaró el Secretario de Agricultura Sonny Perdue, citado en el comunicado.

Temores de exportadores brasileños

“Éste es un mercado en crecimiento, el impacto es de todo orden. Estados Unidos es un gran importador de carne y el mensaje es que podemos ser reemplazados”, advirtió en Sao Paulo, Antonio Camardelli, presidente de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carnes.

El escándalo que estalló en marzo en Brasil motivó que varios países suspendieran o restringieran temporalmente la entrada de cortes de carne provenientes del gigante sudamericano.

En el cuadro de ese escándalo, la policía brasileña detuvo a 30 personas, clausuró tres plantas y suspendió el permiso de exportar de las 21 que puso bajo investigación.

El gobierno y los productores brasileños alegan que finalmente hay apenas 21 frigoríficos investigados, de los más de 4 800 que existen en el país.

Sin embargo, analistas observan que Brasil experimentó un aumento exponencial de su sector de exportación de carne en apenas dos décadas, en las que se convirtió en el primer exportador a nivel mundial.

Después que el país logró restablecer la confianza de los mercados y conseguir que diversos bloques reabrieran las puertas a los cortes brasileños, la mayor de las empresas del sector, la gigante JBS, se vio involucrada en pleno de un escándalo de corrupción.

El propietario del grupo, Joesley Batista, fue grabado en secreto en una conversación con el presidente Michel Temer, en un diálogo que sugiere que el mandatario autorizaba al empresario el pago de un soborno.

Este escándalo dejó al gobierno del presidente Temer en la cuerda floja. La gigante JBS anunció su decisión de deshacerse de varias de sus operaciones en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

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