El Estado Islámico controla ahora gran parte del territorio donde está ese peligroso material de desecho.
Durante la guerra de Iraq (2003-2011) al menos seis soldados resultaron heridos por armas químicas abandonadas o escondidas años atrás durante el régimen de Saddam Hussein, un hecho que el Pentágono ocultó y que hoy podría complicar a Estados Unidos en su lucha contra el Estado Islámico, reveló The New York Times.
Según la investigación, que tuvo acceso a decenas de documentos clasificados y entrevistas con soldados y oficiales, los agentes que fueron a combatir descubrieron cerca de 5 000 cabezas explosivas, proyectiles y bombas de aviación remanentes de un programa iraquí lanzado en los años ochenta durante la guerra Iraq-Irán (1980-1988) y que fueron fabricados antes de 1991.
“EE.UU. había ido a la guerra declarando que debía destruir armas de destrucción masiva activas. Sin embargo, los soldados estadounidenses fueron encontrando y siendo víctimas de los remanentes de programas abandonados desde mucho tiempo atrás, construidos en estrecha colaboración con Occidente”, afirma la publicación.
En el reportaje titulado “Las víctimas secretas de las armas químicas abandonadas en Irak” el diario asegura haber encontrado 17 oficiales estadounidenses y siete policías iraquíes que fueron expuestos a gas mostaza y gas nervioso después de 2003, un número que el diario dice que es mayor pero se mantiene oculto.
Los heridos y participantes de la guerra comentan al rotativo que el secretismo del gobierno “impidió a los soldados recibir una información médica adecuada y reconocimiento oficial por sus heridas“.
Un ex sargento del Ejército, que sufrió quemaduras de gas mostaza en 2007, afirma que se sintió “más como un conejillo de Indias que como un soldado herido”, debido a que se le negó la asistencia hospitalaria y la evacuación médica a Estados Unidos a pesar de las peticiones de su comandante.
El Pentágono declinó pronunciarse sobre la información que recoge The New York Times, datos que actualmente son cruciales debido a la batalla que lidera EE.UU. contra los yihadistas en Iraq y Siria. “Estas revelaciones son un motivo de preocupación ahora que el EI controla buena parte del territorio donde fueron encontradas esas armas”, concluye la investigación, que dice que quedó en manos del gobierno iraquí destruir los artefactos pero que hoy nadie vigila esos sitios. El Estado Islámico ha realizado importantes avances en Iraq pese a los constantes ataques aéreos liderados por EE.UU., admitió el enviado de Washington para la coalición.