Quito, AFP
Estados Unidos concluirá el viernes las operaciones antidrogas que realizó por una década desde la base ecuatoriana de Manta, de donde se retirará definitivamente en septiembre por disposición del gobierno de Rafael Correa, según portavoces oficiales.
Los operativos de interdicción aérea se suspenderán el viernes, y dos meses después Estados Unidos entregará de forma oficial las instalaciones de Manta, afirmó hoy el ministro ecuatoriano de Defensa, Javier Ponce.
“Hay un primer momento que se cumple el 17 de julio, en el cual dejan de darse las operaciones; se para la operación de la Base de Manta y corre un período de dos meses para la entrega” del puesto militar, señaló Ponce al canal Gama.
Ecuador decidió en 2008 no renovar el convenio por el cual autorizaba las operaciones de militares estadounidenses en su territorio, así como logró ese mismo año la aprobación de una reforma constitucional que prohíbe la instalación de bases extranjeras en el país.
El viernes se “cumplirá el último vuelo antinarcóticos” desde Manta, y a partir de ese momento los estadounidenses prepararán su salida y la entrega de la base, que podría concretarse a mediados de septiembre, confirmó por su parte a la AFP la portavoz de la embajada estadounidense en Quito, Marta Youth.
Después del 17 de julio “ya no habrá operativos y los únicos vuelos serán para retirar equipos. El personal se dedicará a empacar sus cosas”, agregó.
El acuerdo sobre Manta fue suscrito en 1999 y permitía la presencia de hasta 450 efectivos estadounidenses estacionados en la base.
Estados Unidos -que siempre lamentó la decisión ecuatoriana- prevé trasladar a Colombia las operaciones antidrogas.
“Vamos a recibir las instalaciones sin ningún implemento en su interior. En su primer momento la Fuerza Aérea (Ecuatoriana) se hace cargo de esa base y la idea es mantenerla, pero desarrollarla posteriormente como un aeropuerto civil y comercial”, declaró el ministro Ponce.
El llamado Puesto estadounidense de Operaciones Avanzadas (FOL, por sus siglas en inglés) ocupa 5% de las 755 hectáreas que componen la base de Manta, un puerto pesquero cuyos habitantes mantuvieron siempre opiniones divididas en torno a la presencia norteamericana.
Estados Unidos podía desplegar hasta ocho aviones para el rastreo de naves y submarinos del narcotráfico, que cubrían un área 6 400 km sobre el Pacífico, desde Perú hasta Centroamérica.
Hasta octubre se habían decomisado unas 1 617 toneladas de drogas en operaciones coordinadas entre los puestos en Ecuador, Curazao y El Salvador, según cifras de la embajada de Estados Unidos.
La actuación de los militares estadounidenses está siendo investigada por una comisión del Congreso de Ecuador, que aseguró haber recibido denuncias que los involucran en violaciones de derechos humanos contra pescadores y mujeres ecuatorianas.