Jarrín habla sobre la frontera norte. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Entrevista a Eduardo Jarrín, investigador en el área de seguridad.
En este momento está operativa la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas y el lunes se presentará la Política de Defensa y Seguridad para la Frontera Norte.¿Cómo ha visto las decisiones adoptadas desde que la violencia estallara en enero pasado?
Con base en el refrescamiento que ha tenido el Ministerio de Defensa, la persona que ahora está a cargo esta secretaría de Estado ha emprendido acciones acertadas. Ahora, hay que reforzar en número y en pertrechos sobre todo los lugares que se han convertido en focos de inseguridad en la frontera norte. Lo que ahora hay que hacer es montar la logística para evitar que esos focos de infección se propaguen o comenzar a contrarrestar para disminuir este tipo de inconvenientes que han derivado en secuestros y crímenes.
¿La reacción de la fuerza pública ha sido rápida?
Nosotros sabemos que en este momento en la frontera se encuentran grupos élite de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Ellos están especializados en terrorismo, en tácticas y maniobras para disuadir este tipo de inconvenientes.
Ahora, ¿cómo hacer que estas fuerzas especiales no sean captadas por las redes del narcotráfico, como sucedió en México?
Es complejo. Hay informes que indican que los narcotraficantes pagan con dinero. Ahora, la forma de frenar eso es netamente ético. Pero siempre debe haber una compensación por los riesgos que implica este tipo de profesiones. Además, hay que hacer un seguimiento periódico a los grupos élite de la frontera. Las redes del narcotráfico tienen el poder económico y esto hace que la gente se someta ante estas pretensiones.
¿Cómo hacer que la presencia de las FF.AA. en las poblaciones fronterizas no implique posibles violaciones a los derechos humanos?
Los policías y los militares han sido capacitados en el respeto a los DD.HH. Pese al alto nivel de violencia que se vive en la frontera no puede haber violación de los derechos de las personas. Ecuador es suscriptor de convenios internacionales en esa materia. Hay que precautelar la vida y respetar el marco jurídico y el debido proceso. El uso de la fuerza debe ser progresivo. Los comandantes deben precautelar que no se violente a las personas.
En medio de estos hechos, desde diversos sectores se ha pedido que el trabajo no sea solo militar sino también social.
Aquí tenemos que someternos a lo que dice la Constitución. Las fronteras deben ser atendidas y ayudadas ahora por la Policía. Definitivamente hay que trabajar en el tema de la educación de tal manera que se vayan cerrando estos ángulos de peligro que se han generado en la frontera. Ahora, hay que tomar en cuenta que no ha habido mucho aporte en esta materia. También hay que trabajar en la seguridad de los jueces y fiscales. Antes de que suceda algo es necesario capacitarles, para que tengan conocimiento, por ejemplo, en métodos de disuasión.