Sobre los hombros de los 10 caballeros de San Jacinto, la imagen del patrono de Yaguachi llegó hasta el puente del río Chimbo. La estructura metálica se encuentra en la entrada sur de este cantón de Guayas.
En el puente, y unos 100 metros antes, unas mil personas esperaron la llegada de las cabezas de la Iglesia ecuatoriana. Abanicos, gorras, sombreros y hojas de papel se usaron para paliar, de alguna forma, el sofocante calor, propio del invierno de la Costa.
Giacomo Guido Ottonello, nuncio apostólico en el Ecuador y monseñorAntonio Arregui, arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, presidieron la comitiva eclesiástica.
Monseñor Aníbal Nieto Guerra estaba junto a ellos. Hasta el 6 de octubre pasado, fue el obispo auxiliar de Guayaquil. Y el sábado, con la creación de la Diócesis de San Jacinto de Yaguachi, se posesiono como el primer obispo de esta nueva jurisdicción religiosa.
Esa fue la decisión del papa Benedicto XVI que motivó esta fiesta entre fieles católicos vinculados a la nueva Diócesis. Son 47 parroquias religiosas de las vicarías de Durán, Milagro y Naranjal.
Nuevamente la imagen del religioso de origen polaco, estuvo sobre los hombros de Carlos Luis Naranjo (44 años) y de los otros nueve caballeros. Esta vez, el destino era la catedral, la nueva casa del obispo Nieto. En ambos lados, de la vía que conecta Yaguachi con Babahoyo, la gente estaba agolpada siendo parte del festejo.
Carteles, banderas, afiches con frases de bienvenida eran visibles en este trayecto de unos 700 metros. En todo este recorrido, en la entrada del templo y en su interior también estuvieron los integrantes movimientos Retiros Parroquiales, Virgen del Carmen Juan XXIII, Caballeros del Divino Niño, Lazos de Amor Mariano, Santa María del Fiat. Además, alumnos de escuelas y colegios católicos asentados en esta zona.
150 policías, personal de Bomberos y Defensa Civil se encargaron de la seguridad y el orden.
Ya en la Catedral, un centenar de sacerdotes encabezó la procesión de entrada. Aníbal Nieto, Antonio Arregui y Giacomo Ottonello se ubicaron en el altar para la celebración eucarística que duró cerca de dos horas. De esta forma, Yaguachi dio la bienvenida a su nuevo y primer obispo.