En las últimas dos semanas, según el informe del Instituto Geofísico Escuela Politécnica Nacional, el volcán Tungurahua ha mantenido un nivel bajo de actividad superficial. Es decir, lo que se ha evidenciado son las fumarolas en la zona del cráter.
Sin embargo, desde el 24 de enero se observó la presencia de una columna poco energética de vapor y gases de color blanco.
El informe explica que la columna alcanzó una altura menor a 1 km sobre la cumbre y fue llevada principalmente al sur y sur oriente. A las 17h14 se observó una pequeña emisión de ceniza que alcanzo aproximadamente unos 500 metros sobre el nivel del cráter y fue llevada por el viento hacia el suroriente.
Mientras que hoy, 25 de enero, se reportó una ligera caída de ceniza fina de color negro en el sector de Palictahua, al suroeste del volcán. Además, durante este día se observó la presencia de una columna poco energética de vapor y gases que alcanzó una altura menor a 1 km sobre la cumbre y fue llevada por el viento hacia el oeste-suroeste del volcán.
Adicional a esto, dos sismos fueron registrados y sentidos por la población la noche del 24 de enero. El sismo más grande ocurrió a las 22h15 (tiempo local), que tuvo una magnitud de 3,2. Diez sismos más, de menor magnitud, han sido registrados hasta el momento.
El informe enviado asegura que el incremento de la sismicidad, asociado a las manifestaciones en superficie antes mencionadas, indican un potencial cambio en el estado de actividad del volcán. Por ello no se descarta que en las próximas horas o días pudiera darse un incremento de la actividad.
Incremento que podría ser progresivo o de carácter más repentino, esto en base a lo ya observado a lo largo del actual periodo eruptivo.