Una variante de 350 metros se construyó en el kilómetro 23 de la vía Loja-Catamayo. En este lugar, el pasado 8 de marzo, se produjo un derrumbe que cerró el paso vehicular.
Federico Tapia transporta a diario 900 cilindros de gas por esta carretera. Para él, circular por el tramo de la vía antigua, que se usó mientras se construía la variante, demoraba 30 minutos más el recorrido. “El viaje entre Loja y Catamayo duraba 90 minutos y el paso era estrecho”.
Para el director del Ministerio de Transporte y Obras Públicas en Loja, Wilson Jaramillo, la nueva variante reduce el tiempo de recorrido entre ambas ciudades.
La próxima semana se prevé colocar doble tratamiento superficial bituminoso para evitar el polvo existente. El sábado pasado, dos técnicos y seis obreros hicieron el trazado de la vía para aplicar este recubrimiento.
El desalojo de 200 000 metros cúbicos del material arenoso, que cayó en el derrumbe del pasado 8 de marzo, no se cumplió en su totalidad porque la falla geológica que lo provocó aún sigue activa, señaló Jaramillo.
En la evaluación geológica se determinó que se produjo por la activación de la falla geológica. “La irregularidad y la tierra arenosa contribuyeron a que ocurriera el derrumbe”, dijo Jaramillo.
En la cima de la montaña está ubicada una torre de interconexión eléctrica, que provee del servicio a los 14 de los 16 cantones lojanos. Jaramillo notificó a la Empresa Eléctrica Regional del Sur para que retirara esa torre.