El turismo alentó el pequeño negocio en Esmeraldas

Todo tipo de negocio. En la playa de Same los comerciantes ofertan productos como comida, artesanías y varios artículos. Foto: Juan Carlos Pérez

Todo tipo de negocio. En la playa de Same los comerciantes ofertan productos como comida, artesanías y varios artículos. Foto: Juan Carlos Pérez

Con carpas amarillas, azules, verdes y rojas, los esmeraldeños buscan llamar la atención de los turistas que se hospedan en villas o condominios junto a las playas de la ‘Provincia Verde’.

Los comerciantes ofrecen desde alimentos hasta artesanías. La actividad se incrementa en las víspera de las fiestas, por los 193 años de Independencia de Esmeraldas, que se recuerda el 5 de agosto.

En Same, en el  norte de Esmeraldas, el comercio informal ha crecido desde la construcción del conjunto vacacional privado Casa Blanca, hace 15 años.

Una cuadra antes de llegar a la urbanización se han colocado puestos de artesanías, encebollados y alquiler de mototaxis, en las esquinas o en las veredas de la vía  Same–Mompiche.

Uno de estos es el puesto de encebollados Cheito, de Franklin López. Está ubicado en la entrada del conjunto. Antes de que los turistas lleguen a sus departamentos, López los aborda y les ofrece su producto. Al día vende hasta 100 encebollados, de USD 1,50.

Juan Diego Astudillo vive en Estados Unidos. Cada año se hospeda en un departamento en Casa Blanca. Él es uno de los clientes ‘fijos’ de López. “Lo que más me gusta es que el sabor es superecuatoriano. No hay nada mejor que sentarse en la carretilla”.

Según la Asociación de Comerciantes Autónomos de Súa, en Esmeraldas hay 4 000 comerciantes informales en las playas. López, además de los encebollados, ofrece cebiches.

Como Casa Blanca, en Esmeraldas se han construido alrededor de 45 complejos vacacionales como condominios, villas, entre otros. Son visitados por personas de la Sierra que encontraron en los inmuebles un lugar para invertir.

Según el presidente de la Cámara de Comercio de Esmeraldas, Víctor Orellana, el turismo se ha convertido en un pilar fundamental para la economía.

Los jóvenes son los más beneficiados porque pueden trabajar informalmente en la playa o conseguir un empleo en los hoteles, restaurantes y hosterías. Y esto ha dinamizado la economía de la zona. “En temporada alta, entre junio y agosto, la oferta de empleo se triplica”, según Orellana. 

Aunque esto también es criticado por Carlos Acosta, de la Dirección de Turismo. Según él, no todos los comerciantes cumplen con los estándares de calidad. “El sector formal reclama un orden”.

En la parroquia Tonsupa, del cantón Atacames, hay 40 edificaciones, de entre cinco y 15 pisos. Tienen departamentos amoblados y piscinas. Sus propietarios viven en Quito, Ibarra o Ambato. Ellos optan por contratar a personas para que los mantengan.

La esmeraldeña Carla Preciado, de 22 años, hace la limpieza en 10 departamentos, ubicados en los condominios de Tonsupa. Ella gana USD 300 cada 15 días. Trabaja desde las 08:00 hasta las 16:00.

“Antes estaba en un restaurante. Ganaba menos y trabajaba hasta 10 horas diarias. Solo me contrataban por feriado. Este trabajo es fijo porque los departamentos se arriendan cada mes”.

Los lugareños de Tonsupa y Atacames también han emprendido nuevas opciones de empleo. Una de ellas son las pequeñas tiendas. Allí se venden productos de primera necesidad.

Para la turista Claudia Torres, esto permite disfrutar mejor sus vacaciones. Ella tiene un departamento en el sector de Playa Ancha, en el Club del Pacífico.

Hasta hace cuatro años debía trasladarse hasta Esmeraldas para conseguir legumbres y mariscos frescos. Ahora los consigue en una pequeña tienda de madera que se instaló hace un año. Pertenece al esmeraldeño Manuel Mendoza.

Él invirtió USD 2 000 en la tienda. “Por pagar a tiempo en el banco salí favorecido para un préstamo. Estuve pensando qué negocio colocar y vi que muchos turistas se quejaban porque no tenían cerca una tienda para comprar”.

Con USD 1 000 construyó una habitación con techo de zinc. Lo demás lo invirtió en víveres. En temporada alta las ventas son de hasta USD 300 en dos semanas.

En época baja, se vende hasta USD 30. “Cuando no hay turistas vendemos a los que cuidan los departamentos”, dijo Mendoza. Según el Ministerio de Turismo,  en temporada alta ingresan alrededor de USD 250 000 diarios a la provincia. Se calcula que un turista gasta hasta USD 50 al día.

Cifras del sector

Según el INEC, en Esmeraldas  hay 1 481 negocios de alojamiento y  comida. En estos trabajan 4 126 personas.

En el área de artes, entretenimiento y recreación hay 130 establecimientos. Allí se emplean 337 personas.

Según la Dirección Provincial de Turismo, en la provincia hay 36 hosterías, en la ruta Spondylus.

En este feriado por vacaciones de la Sierra se espera que a los balnearios lleguen alrededor de 50 000 turistas.

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