Las autoridades de Yaguachi afinan la elaboración de un programa de desarrollo turístico. A la promoción de su reciente designación como Arquidiócesis le agregarán otro elemento que lo ha identificado por un siglo: ser parte de la ruta del ferrocarril.
Para los yaguachenses es un acontecimiento la inauguración del tramo Durán-Yaguachi, de 20,4 kilómetros. El acto se realizará el próximo martes.
Pero aún tomará mes y medio más terminar con los ajustes técnicos. La apertura al público será en las fiestas de San Jacinto de Yaguachi, el 15 de agosto.
“Es una excelente oportunidad en nuestro anhelo de convertir a Yaguachi en un centro turístico. El tren es un gran atractivo para fomentar el turismo”, dijo su alcalde Daniel Avecilla.
En ese cantón, sus habitantes vivieron un momento especial el último viernes. Ese día la vieja locomotora N° 11, que data de 1908 y que fue reparada durante un año, operó a los 16 años.
Fue la misma algarabía y emoción que vivieron los pobladores de las pequeñas comunidades ubicadas en esta ruta y que, con el tren, ven mayores posibilidades de desarrollo. En el sitio El Papayo, por ejemplo, Andrés Mosquera salió presuroso a ver el paso de la máquina. “Espero volver a viajar en ferrocarril esta vez con mi familia”, expresó junto a su hija Diana y sus nietos Elio y Adrián.
Unos cinco kilómetros más adelante, en Lucha y Progreso, Elsa Romero no lo podía creer. Cuando pensaba que nunca más vería pasar el tren, el fuerte sonido del pito y una humareda que se aproximaba la emocionaron. “Hasta hace 20 años este era nuestro medio de transporte”.
Tras cerca de cinco meses de trabajos, la rehabilitación de la ruta está lista. También se construyeron los patios de maniobras en ambas estaciones.
Byron Prado, gerente de Operaciones de la Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado, explicó que se mantuvo la ruta anterior, a la que se elevó el nivel en 60 centímetros. Y se utilizó material pétreo llamado balastro, muy parecido al ripio, que le da al sistema de la vía estabilización, confinamiento y drenaje.
Hace un año, la Empresa inició el desmantelamiento de la vía. Ningún durmiente sirvió para ser reutilizado. Esto no ocurrió con el 80% de los rieles –muchos datan de 1927- que estaba en perfecto estado. Tras un proceso de limpieza de óxido se colocaron nuevamente.
En la ruta hay 37 700 durmientes de roble. Fueron adquiridos a la empresa Thomasson Company, de Estados Unidos. Cada uno está a 60 centímetros de distancia. En un kilómetro se colocaron 1 700 durmientes.
Lo plano del terreno posibilitó que los rieles y durmientes se colocaran al mismo tiempo, con una técnica de prearmado llamada escalera. Cada segmento tiene 10,50 metros. Fueron armados en los talleres de Durán.
Para empezar a operar la ruta fue rehabilitada la máquina a vapor N° 11 Baldwin, de 1908. Su peso es de 55 toneladas. También está la electro diésel Gec Alsthom de 1992. Entre ambas se distribuirán los ocho coches de pasajeros. Cada una pesa 17 toneladas y pueden transportar entre 35 y 40 personas.
La reconstrucción de la estación de Yaguachi, que guarda el mismo diseño de la edificación original, tuvo una inversión de USD 180 000. La de Durán cambió de sitio. Ahora está en el complejo, junto al puente de la Unidad Nacional. Se han invertido USD 760 000 y estará lista a mediados de julio.