La remodelación de la terminal terrestre de Santo Domingo de los Tsáchilas ocasiona molestias a los usuarios. Los trabajos de mejoras del lugar de estacionamiento de buses se realizan en los espacios utilizados por los viajeros interprovinciales.
María Meza, una de las usuarias, llegó de Quito hace una semana. El bus en el que viajó la dejó en una zona diferente a los estacionamientos normales. “Me dejan aquí y no sé a dónde ir, a dónde salir”.Lo mismo le sucedió a Dolores Romero, quien también arribó de Quito y la dejaron en un área desconocida.
Romero estuvo acompañada de su familia y llevaba ocho maletas de ropa. Con su equipaje a cuestas buscó un bus que la llevara hasta La Maná (Cotopaxi), utilizando la vía Santo Domingo-Quevedo.
Mientras se realiza la remodelación, en un área verde dentro de la misma terminal se construyeron improvisados cubículos de caña y plástico, para uso de los comerciantes de la terminal.
Uno de ellos, Marcelo Núñez, se quejó de que sus ventas disminuyeron de USD 60 a 20. A esto se añade otro inconveniente: los expendedores deben permanecer en sus puestos las 24 horas. “Si no cuidamos, los ladrones se llevan las cosas”, dice.
La remodelación la realiza el Gobierno Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas, el cual invierte la suma de USD 174 440,39 en los trabajos.
La remodelación de la terminal comprende la construcción del alcantarillado pluvial para evitar el estancamiento del agua y la reparación de la capa de rodadura de los andenes de llegada y salida de la terminal terrestre.
Los trabajos comenzaron en julio pasado y el plazo de la entrega es de 60 días.
El gerente de la empresa Terminal Terrestre, Patricio Moncayo, mencionó que en los cuatro días del pasado feriado por el 10 de Agosto, cerca de 63 700 pasajeros utilizaron la terminal.