El solsticio se celebró en Chobshi, Azuay

Hacía frío, mucho frío en Sígsig (Azuay). Unos 50 niños bien abrigados caminaban desperdigados pero alegres por la angosta vía que los llevaba al sitio arqueológico de Chobshi y Zhabalula. Allí, sobre los 2 400 metros de altura empezó la fiesta del solsticio, la mañana de ayer.

Una importante celebración cultural ancestral que realiza desde hace seis años la Asociación Comunitaria de Chobshi, para preservar las costumbres, tradiciones y el patrimonio inca-cañari existente en esta zona.

Jonathan Díaz, José Mejía y Luis Coronel, todos de nueve años y estudiantes de la escuela Domingo Sabio, fueron los primeros en atravesar los siete kilómetros, desde la ciudad.

Con esta caminata, que se inició a las 08:00 por la empinada montaña, comenzó la amplia agenda de actividades que concluye hoy en Chobshi, un centro ceremonial, ubicado a 62 km de Cuenca.

En el recorrido también participaron profesores, padres de familias, pobladores y turistas.

A las 10:00, el sol salió. A esa hora los niños recibieron un refrigerio para cargar energía y empezó el segundo tramo de la caminata. El destino: la ruta natural y arqueológica Cueva Negra, el Castillo de Chobshi, Zhabalula y el camino real andino.

Las niñas Andrea y Lourdes Ortega escuchaban atentas al guía Gumercindo Delgado, nativo de la comunidad. Pero más tarde, la presencia del grupo de shamanes (Raíz de Quito) que saludaban a los Opu (espíritus de la montaña) inquietó a los estudiantes.

Taita Jorge Coello lideraba la ceremonia ancestral del Solsticio que buscaba la sanación de la pachamama (madre tierra) y de los asistentes. Un ritual con el que los indígenas de la zona buscan atraer las buenas cosechas.

En el transcurso del día, los niños y visitantes también participaron de un festival gastronómico, danzas folclóricas, música andina, quema de chamiza, feria artesanal. Allí exhibieron artesanías de la zona.

Suplementos digitales