A los pies del volcán Cotopaxi empieza la aventura. Los pajonales cubren los terrenos y las flores amarillas, naranjas, moradas y blancas atraen las miradas de los turistas. Ascender hasta el glacial es una experiencia inexplicable. El frío cala hasta los huesos, pero más invencible es el deseo de topar la nieve.
Hay que tener suerte para mirar en su totalidad al coloso. En la mañana, desde las 06:00 hasta las 08:00, es cuando más se lo puede ver. Pasada esa hora, una densa neblina empieza a cobijar la copa y hasta la tarde ya cubre las faldas.El miércoles último, las suizas Andreina Naef y Caroline Kopp pudieron admirar la majestuosidad del nevado. Asombradas por su belleza, se animaron a subir desde el parqueadero del Parque Nacional Cotopaxi hasta el refugio, a 4 800 metros sobre el nivel del mar. Caminaron 45 minutos, por un sendero empinado y cubierto de arena. Los pies se hunden en cada pisada y se hace un doble esfuerzo.
Desde que empieza la caminata, una casa amarilla resalta entre la tierra caoba y el hielo. Allí se vive otra experiencia. Es el sitio indicado para admirar todo lo que hay a los pies del Cotopaxi. Lo que más llama la atención es el espejo de agua de la laguna de Limpiopungo, lugar donde se reúne una infinidad de aves. La gaviota andina es la que más juguetea.
Ya en el refugio es como topar las nubes. En una cabaña se sirve chocolate caliente, para combatir el frío. Desde allí, 150 m más arriba ya está el hielo impregnado en la montaña. El retorno es otra aventura. El parque está a 165 km de Quito.
Lo que debe saber antes de realizar su viaje a la reserva
No olvide llevar ropa abrigada. Es recomendable que use una licra por debajo del pantalón, una camiseta de manga larga y una chompa gruesa. El gorro de lana, los guantes y la bufanda son indispensables.
Para contrarrestar el frío, también lleve un termo con café, para que lo consuma en el recorrido. Además, caramelos, panela o chocolate. Eso le dará más energía.
Es recomendable que use zapatos de montaña, de caña alta. El suelo es arenoso e inestable.
El costo de la entrada al Parque Nacional Cotopaxi es de USD 2 para los ecuatorianos y USD 10 para extranjeros.
Dentro del Parque Nacional está la hostería Tambopaxi. El alquiler de una habitación sencilla cuesta USD 75; la doble, USD 85 y la triple, USD 110. Si el turista participa en un tour, los precios bajan. Para reservaciones, al 222 0242.
No olvide llevar una cámara. Los paisajes son hermosos. Si puede incluya en su bolso un par de gafas, pues cuando pisa el hielo, la luz del sol refleja y los ojos se vuelven sensibles. No se olvide de usar abundante protector, porque el frío y los rayos del sol queman el rostro.
Si quiere dormir en el refugio, la noche cuesta USD 10. Ahí también hay servicio de cafetería. El café y el chocolate cuestan USD 1.
En la hostería Tambopaxi, el plato a la carta se consigue a USD 11. Pero si no va a la hostería, en el ingreso al
Parque, están los asaderos de borrego. El plato cuesta entre USD 3 y USD 5.
En el lado del Parque que da al cantón Rumiñahui, se encuentran las ruinas de los Incas. Son restos de edificaciones de piedra que eran usadas por los chasquis para descansar.
Del ingreso al Parque Nacional hasta Latacunga hay 15 minutos. En esta ciudad, la opción es degustar de las chugchucaras. El plato cuesta USD 6.
En los alrededores de la laguna de Limpiopungo anidan las gaviotas andinas y otras especies. En el área también hay venados, conejos, lobos y cóndores.
En un día sí es posible realiza el recorrido entre pajonales y nieve.