En Santo Domingo, los delincuentes se camuflan en autos pintados como taxis

Los controles en Santo Domingo. La Policía monta retenes móviles en las zonas consideradas de alto riesgo para prevenir los delitos. Foto: Juan Carlos Pérez/EL COMERCIO

Los controles en Santo Domingo. La Policía monta retenes móviles en las zonas consideradas de alto riesgo para prevenir los delitos. Foto: Juan Carlos Pérez/EL COMERCIO

El vehículo se estacionó súbitamente frente a la joven de 20 años. Del interior bajaron dos sospechosos con armas de fuego. Vestían casual. Las gorras ocultaban sus rostros. Uno de ellos intentó arrebatarle a la mujer la cartera, amenazándola de muerte. Pero ella puso resistencia. Forcejeó por unos segundos con los desconocidos.

Entonces uno de los asaltantes la golpeó en el rostro con la pistola. Le provocó un hematoma.

Los desconocidos aprovecharon para sustraerse también el teléfono celular y la billetera con los documentos. “Quise ver las placas del vehículo, pero no las tenía. Estaba pintado igual que un taxi ejecutivo: de amarillo y con rayas negras”, dice la joven asustada.

El hecho ocurrió en el sector de Los Rosales, en el noroeste de Santo Domingo.

Según la Policía Judicial de Santo Domingo, en lo que va del año se han registrado 215 robos a personas. Es la cifra más alta luego de los asaltos a domicilios (206).

Antes, los delincuentes usaban motocicletas o abordaban a sus víctimas a pie. Pero ahora también usan unidades de taxis ejecutivos robados y vehículos pintados. El jefe policial de la provincia, Manuel Pérez, recomienda a la ciudadanía tomar precauciones a la hora de subir o ver un taxi.

“Desconfíe de los automóviles que no tienen placa o impreso los sellos de las cooperativas”, asegura la autoridad policial.

Además es preferible tener el número de teléfono de una compañía o conductor de confianza para que los recoja. Evite caminar por avenidas sin alumbrado público o callejones desolados.

La Policía reconoce que no todos los robos son denunciados. Esto dificulta el juzgamiento de los delincuentes que son atrapados. “La ciudadanía debe colaborar presentando la denuncia. Así evitamos que los detenidos vuelvan a las calles a seguir delinquiendo”, dice Pérez.

La joven que fue asaltada en Los Rosales y sí hizo el trámite en la Comisaría Primera de la Policía.

Ella no cree que se logre detener a los responsables ni mucho menos que se pueda recuperar las pertenencias.

Puso la denuncia porque temía que sus documentos pudiesen ser mal utilizados.

Con la cédula de identidad, por ejemplo, se puede solicitar créditos en instituciones financieras. También comprar electrodomésticos y solicitar préstamos informales (chulco).

Además de falsificar la identidad de una persona para que pueda viajar al exterior.

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