Santa Elena es una provincia geográficamente propicia para los que quieren involucrarse en el surf.
Esta región poco a poco se está convirtiendo en una de las principales capitales del mundo de este deporte acuático.
Más de 125 kilómetros de playas y una diversidad de oleajes de norte a sur hacen de este lugar un paraíso incomparable, dicen sus visitantes.
Para iniciar un recorrido por la ruta del surf, una buena recomendación es rentar o tener un automóvil, así podrá desplazarse por sitios considerados vírgenes, en donde hay olas que los deportistas y aficionados al surf aprovechan.
Las playas de Punta Carnero y de Chulluype son dos lugares indispensables para hacer surfing. La primera tiene olas que llegan a los cuatro metros, incluyendo la conocida como El Gringo, célebre entre esta comunidad mundial.
Otras olas muy conocidas en Chulluype son El Toro Viejo y El Buey, caracterizadas por ser pequeñas o medianas y buenas para los surfistas a la hora de hacer sus maniobras.
Con respecto a los tipos de oleaje que caracterizan a las playas peninsulares hay que resaltar lo siguiente: en el área norte o la llamada ruta del Spondylus (Manglaralto, Curia, La Rinconada), las olas se definen por ser cortas, de forma tubular.
En las localidades de Punta Carnero, Chulluype y Cautivo hay olas que son largas y también de forma tubular. Estas pueden hallarse en las playas que aparecen en esta ruta.
Algunas de ellas son poco conocidas y otras, en cambio, se ubican en las ciudades más representativas de la provincia.
No hay que dejar de mencionar a Montañita, balneario que es considerado ideal para los surfistas por sus condiciones naturales y atractivos oleajes.
En este sitio y sus alrededores hay escuelas que les enseñan el ABC básico del surf para principiantes, incluso les proporcionan los accesorios. El único requisito es saber nadar.
Los meses de enero, febrero y marzo son ideales para que los principiantes aprendan y que los expertos disfruten. En Montañita aparecen los deseados ‘tubos’, buscados permanentemente por los integrantes de esta comunidad.
También la oferta de hospedaje es variada. En estos sitios hay desde hoteles 5 estrellas hasta habitaciones comunitarias, impulsadas por los habitantes de estas zonas. Sus precios varían entre USD 10 y 100 la noche.
Los que se conocen estas rutas a la perfección son los surfistas que viven en la zona y los mejores del país. Uno de ellos es Jonathan ‘El Gato’ Chila, segundo en el escalafón en Latinoamérica. Él se prepara entre Engabao (Guayas) y las playas de Santa Elena.