Sobre la explanada del relleno sanitario del cantón Rioverde, en el norte de la provincia de Esmeraldas, un grupo de 200 jóvenes trabajan en la obtención de biol como insecticida y fertilizante.
Se trata de un abono orgánico de naturaleza líquida, resultado de la descomposición de los residuos animales y vegetales.
Esta sustancia aparece como residuo líquido debido a la fermentación a la que se somete. También contiene nutrientes que son asimilados por la plantas haciéndolas más resistentes a las plagas.
Según los técnicos, los abonos líquidos o bioles son un elemento que permite aprovechar los nutrientes del estiércol y otros componentes de origen vegetal.
La materia prima para el proceso de obtención de biol se consigue en el camal Municipal de Esmeraldas, a 20 minutos de Rioverde, en la parroquia San Mateo.
La primera producción de 30 000 litros de biol está prevista para los primeros días de febrero. La fermentación de 15 metros cúbicos de estiércol dura 90 días. Con este resultado se obtendrá insecticidas y fertilizantes.
El proyecto se justifica porque, en los últimos 10 años, la zona de Rioverde ha sido tomada en cuenta para la siembra de palma africana y cacao. El producto va dirigido a ese segmento agrícola. Cada litro costará USD 12.
“Se cuenta con un mercado donde se puede ubicar la producción”, explica el técnico de la Unidad de Gestión Ambiental del Municipio de Rioverde, Benito Guerrero.
La idea de este proyecto es incrementar la producción de biol de acuerdo con la demanda que haya en el sector. “Todo dependerá de la primera producción”, comenta el experto.
Los reservorios de color azul, donde se fermenta el producto, fueron donados por el proyecto de reforestación del Ministerio del Ambiente.
La asistencia y el respaldo técnico para el proceso de producción está a cargo de la Universidad Luis Vargas Torres. La Facultad de Ciencias Agropecuaria de esta institución colabora mediante un convenio firmado con el Municipio rioverdeño.
Este es un proceso novedoso que ayudará en gran medida a la generación de empleo, considera Raúl Chiriboga, alumno de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Ambientales de la Universidad que hace la pasantía en este proyecto.
“La iniciativa surgió debido a los altos niveles de desempleo en el cantón Rioverde”, cuenta Jorge Solís, jefe de la UGA del cantón. Según el censo del 2010, este es uno de los cantones con mayor pobreza en el país.
En esta comunidad se encuentran los insumos, en especial el estiércol de animales, con que se elabora este producto. Su preparación inicial es sencilla. Este proceso se adecúa a cualquier tipo de envase y tiene un bajo costo.
Solís explica que, además de ser un portador de nutrientes, el biol es un combatiente de plagas. También regulariza el metabolismo vegetal de las plantas. La desventaja es que el tiempo de preparación hasta su fermentación es largo.
Este producto puede ser aplicado en plantas de ciclo corto, anuales, bioanuales o perennes, gramíneas, leguminosas, hortaliza y tubérculos.
Para su preparación debe utilizarse baldes. Antes de aplicar, también debe ser mezclado con agua para evitar el quemado
del forraje.