Los Ríos, playas y tradición montubia

En el malecón de Vinces. La réplica de la Torre Eiffel, en el centro de ‘París Chiquito’, es uno de sus atractivos. Cuenta con un restaurante.

En el malecón de Vinces. La réplica de la Torre Eiffel, en el centro de ‘París Chiquito’, es uno de sus atractivos. Cuenta con un restaurante.

Fiel al origen de su nombre la provincia de Los Ríos tiene en los diferentes balnearios de agua dulce a sus principales ganchos de atracción turística en el país.

Basta recorrer esta provincia costeña, la cuarta más poblada del país con 650 000 habitantes, para ir descubriendo los encantos de sus afluentes que atraviesan a sus 13 cantones.

Su red fluvial es extensa. Sus ríos nacen en la cordillera occidental de los Andes. El principal es el Babahoyo con sus afluentes el San Pablo y el Caracol; también recibe las aguas de los ríos Puebloviejo, Vinces, Zapotal, Yaguachi, con los que se une al Daule y, finalmente, forman el Guayas.

Uno de sus cantones, Vinces, es considerado el mejor balneario de agua dulce del país. En ambas orillas del río, en temporada de verano, una extensa playa se forma siendo muy concurrida los fines de semana.

Incluso hay extranjeros que llegan atraídos por conocer la réplica de la torre Eiffel. Desde la época de oro del cacao, a principios del siglo XX, se la conoce como ‘París Chiquito’ por las costumbres que desde Francia trajeron quienes viajaban allá. También, en la orilla de enfrente, en el sector de Balzar de Vinces, está el Cristo similar al que existe en Río de Janeiro.

En Vinces, además, se puede visitar el humedal Abras de Mantequilla. El sitio ofrece la posibilidad de extensas caminatas en el campo, conocer las tradiciones montubias y participar de actividades con el campesino local.

Babahoyo, la capital fluminense, es una mezcla de turismo para todos los gustos. Se puede disfrutar de un refrescante baño en las aguas del río, en la playa del Salto.

Para quienes gustan de la historia está la casa de José Joaquín de Olmedo, un sitio que no se puede dejar de visitar en Babahoyo. Allí se firmó el tratado de la Virginia, entre las Fuerzas Nacionalistas y el general Juan José Flores. Es un Patrimonio Histórico.

Otro de sus atractivos son sus casas flotantes en el margen derecho del río San Pablo, en la zona de Barreiro (que en época de la colonia se lo conocía como Bodegas por ser un pueblo aduanero).

En Quevedo, la ciudad más poblada de la provincia, hay espacio para el ecoturismo. La Estación Experimental Pichilingue muestra su labor de investigación y desarrollo de programas agropecuarios. Está en el km 5 de la vía a El Empalme. Toda la provincia tiene olor a campo, muestra el verdor de su actividad agrícola. Los Ríos también es rica en tradición oral, costumbres montubias y en una exquisita gastronomía.

Se puede llegar desde todo el país

A la provincia de Los Ríos se puede legar desde cualquier punto del país. Es el paso en la ruta Guayaquil-Quito.

Desde Quevedo hay buses y rancheras de la Cooperativa Valencia. Los buses interprovinciales en la ruta Latacunga- La Maná cruzan por esta zona esencialmente agrícola.

Hacia el norte de Los Ríos, hasta Quevedo, se puede llegar desde Guayaquil, Babahoyo por el sur. Por el norte desde Quito, Santo Domingo, El Carmen (Manabí) y Esmeraldas.

Desde Guayaquil se puede acceder por vía terrestre, por la vía a Daule. Desde allí se conecta más rápido con Vinces, Palenque, Baba... También se toma hacia otros cantones desde Babahoyo.

Una gastronomía rica en diversidad de platos

A cinco minutos de Quevedo, en la vía a Valencia, está el balneario del río San Pablo.

Por Chipe, un pequeño recinto a 3,5 km de Valencia, cruza el río del mismo nombre, un afluente de aguas cristalinas.

El menú de la cocina fluminense es amplio. Destacan el sancocho y los bollos de guanchiche o bocachico, tapado de pescado, caldo de gallina, cazuela...

También está la chanfaina hecha de las vísceras fritas del cerdo o la vaca servida con mote o papa.

En Vinces están los ayampacos. Son bollos de verde y pescado asados en fogón. También están los muchines de choclo.

Y los postres: la chucula de maduro, la mazamorra de maíz, la torta de fruta de pan...

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