Las autoridades del cantón azuayo Ponce Enríquez, del Ministerio del Ambiente, de la Secretaría de Riesgos y la Agencia de Regulación Minero (Arcom) se reunirán mañana para analizar los resultados de tres ríos contaminadas en Azuay y Guayas. Previamente se hicieron investigaciones para establecer sanciones a los responsables.
El colapso de una piscina de flotación de la concesión minera de Barranco Colorado, en el sector Shumiral de Ponce Enríquez, ocasionó la contaminación de los ríos Chico (Azuay), Gala y Tenguel (Guayas). Eso ocurrió el jueves pasado. Hubo un desplome del material minero.
Según Humberto Cordero, gobernador del Azuay, se suspendieron las labores a la empresa responsable hasta analizar la magnitud de lo ocurrido. Para evitar mayores afectaciones se hacen desvíos del cauce y se construirán diques. También se recogieron muestras de las aguas para los análisis en laboratorios.
Una de las zonas más afectadas es la población de Tenguel (Guayas). Se dañaron los cultivos de banano y cacao por el agua contaminada. Según el presidente de la Junta Parroquial de Tenguel, Julio Símbala, el material minero provocó que miles de peces murieran por el derrame.
Para el alcalde de Ponce Enríquez, Patricio Sánchez, no es la primera vez que ocurre este problema. “Cerca de las orillas de los torrentes colocan piscinas con el material y esto contamina”.