Los riobambeños conviven con el riesgo

En Cushcud. Este asentamiento tiene problemas constantes de deslizamientos de tierras. Foto: Glenda Giacometti/EL COMERCIO

En Cushcud. Este asentamiento tiene problemas constantes de deslizamientos de tierras. Foto: Glenda Giacometti/EL COMERCIO

Riobamba, que está habitada por 225 000 personas, es propensa a movimientos telúricos, inundaciones, deslizamientos de tierra y erupciones volcánicas.

Asimismo, su Centro Histórico es vulnerable a incendios debido a las deficientes instalaciones eléctricas y a la falta de hidrantes en la urbe.

Un estudio efectuado en el 2011, por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach) y la Comisaría de Construcciones en  1 200 viviendas de las zonas periféricas, concluyó que tenían deficiencias técnicas y estructurales.

Según los investigadores, las estructuras no contaban con la suficiente cantidad de acero y las losas no estaban con las pilastras necesarias para soportar el peso. Estas fueron reemplazadas con paredes de bloque y ladrillo.

Eso preocupa al jefe de Avalúos y Catastros del Municipio de Riobamba, Mario Garzón, quien explica que eso ocurre porque la mayoría de construcciones en la urbe, son de tipo informal.

21 000 de las 30 000 casas catastradas tienen deficiencias debido a que se levantaron sin asesoramiento técnico.

“En caso de un sismo que sobrepase los 5 grados podría haber graves problemas. Por eso se exige que cuenten con un estudio estructural. Asimismo, que un especialista ejecute la obra. Pero la gente al no contar con dinero contrata a un maestro albañil. Eso es peligroso”.

Asimismo, están consideradas como zonas propensas a deslizamientos: Tumba San Francisco, Cushcud, Las Abras y la Florida III en las riberas del río Chibunga.

En este último sitio, como medida de mitigación, se construye un parque lineal. La finalidad es evitar más asentamientos. Al momento 20 hectáreas de las 300 están bajo control del Cabildo.

Para Jorge Carrera, director de Planificación, las construcciones informales se dan por un crecimiento desordenado de la ciudad. Eso provoca un riesgo.

Por ello, la Comisaría de Construcciones realiza un control más estricto y el Cabildo inició un plan para que todas las viviendas cumplan con la Ordenanza de Normas de Arquitectura y de Urbanismo para el Territorio del Cantón, que está en  vigencia desde el 2012.

Carrera explica que 30 familias que viven en La Florida III deben ser reubicadas, porque habitan en una zona propensa a deslizamientos. Sin embargo, aún no hay un proyecto macro para la reubicación. “Hay que trabajar en este proyecto, pero requerimos el apoyo del Gobierno”.

Una de las vecinas del sector es María Pangui. Habita hace 17 años en la zona. La mujer sabe que es un lugar peligroso, pero con su familia no tienen adónde ir.

La construcción  de ladrillo sin enlucir y de una sola planta se asienta a 20 metros de un precipicio. Gino Jarrín, exdirector de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio, explica que Cushcud está propensa a deslizamientos de tierra.

Por eso, allí debe construirse un canal colector para que el agua lluvia sea desviada. Eso evitará la inundación de la parte sur.

El riesgo de incendios

Asimismo, en el inventario de bienes realizado en el 2007 por los técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, Riobamba contaba con 475 viviendas.

Según Franklin Leal, jefe de Prevención del Cuerpo de Bomberos, en la visita a las casas se detectó que el 80% tiene las instalaciones eléctricas en mal estado. A esto se suma que en las calles hay pocos hidrantes. La técnica establece un hidrante cada 500 metros. “Pedimos que se coloquen, pero poco se hizo hasta el momento”.

La Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio solicitó a la Empresa Municipal de Agua Potable de Riobamba la instalación de hidrantes en el Centro Histórico.

Más sitios de riesgo

En Riobamba se determinó que 6 250 familias viven en 28 asentamientos ilegales y mal planificados. De aquellos, 11 se levantan cerca de quebradas que fueron rellenadas sin un criterio técnico y no tienen los canales colectores.

José Ruiz, técnico en planificación, explica que falta mejor planificación en el crecimiento de la ciudad. Eso es una deficiencia de la administración municipal. Hay un Plan de Reordenamiento Territorial que no se aprueba desde hace un año.

Para Ruiz eso impide que se controle la vivienda informal. Asimismo, no hay campañas de prevención.

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