En Riobamba no hay una ordenanza que regule la comercialización, tenencia y cuidado de las mascotas. Según las autoridades municipales, eso impide que se desarrolle un control efectivo en plazas, mercados y tiendas de mascotas que funcionan en la ciudad. De acuerdo con los cálculos del Cabildo, 1 700 perros de aproximadamente 20 000 que tienen los 215 000 riobambeños deambulan diariamente por las calles y centros de expendio. Algunos están enfermos y otros están mutilados y son agresivos.
Los activistas de Protección Animal Ecuador (PAE) de Chimborazo argumentan que la escasa inspección hizo posible la proliferación del comercio inadecuado de mascotas en los mercados y en algunas tiendas. Ese es el criterio de Silvia Ramos, directora de esta organización en Riobamba. “Funcionan criaderos clandestinos de canes. Detrás de estos negocios están los perros robados que luego de ser cruzados lo más posible, se los echa a la calle”.
Según Ramos, las crías de raza obtenidas de esa manera alientan una forma inhumana de hacer dinero. “No contamos con el número de locales que funcionan de esa manera, ni cuántos perros se venden a la semana, pero seguimos indagando”, dice Ramos.
En el mercado Oriental, entre las 05:00 y las 14:00, 60 comerciantes ofertan dentro de canastas, jaulas y de costales de yute, decenas de perros, gatos, palomas y conejos. Las crías están hacinadas y la mayoría de las veces, hambrientas y estresadas.
En alrededor de 80 metros cuadrados se exhibe ‘la mercadería’. El mal olor lo impregna todo. Durante las nueve horas de feria no hay control en ese lugar. Así lo reconoce Patricia Zúñiga, administradora de este centro.
En eso también concuerda Irene H., vecina del sector. “El maltrato a los animales en este lugar causa incluso la muerte de algunos. Los traen en gavetas o en jaulas metálicas y durante el día pasan sin agua ni alimentos. La mayoría de ejemplares no está vacunada. Cuando los transportan en los carros no cuidan de que no se golpeen o se agredan entre sí”.
Una de las comerciantes es Carmen S. (nombre protegido). Ella expende animales desde el 2006. “Vendo al día entre 25 y 30 perros a un costo variable de USD 1,35 y 50. Cuando la feria no es buena regreso a casa con los animales. Hay familias que nos venden los cachorros en las plazas, pero no sabemos de dónde provienen. A los nuevos dueños les damos los animales sin vacunar”.
Marielena Lara compró un perro pequinés para su hija Diana Baldeón, de 9 años. Ella pagó USD 50. “Hablé previamente con mi hija sobre la responsabilidad que implica tener una mascota. Y estamos conscientes que debemos llevarlo al veterinario. Pero no todas las personas saben cómo tratar a sus animalitos”.
Alexander Lara, médico veterinario, asegura que el trato a los animales es inhumano. “El escaso control de las autoridades permite que los comerciantes vendan animales contagiados con moquillo, parvovirus, rotavirus, etc. Esto puede afectar a los niños”.
A comienzos del mes anterior, el Concejo Municipal aprobó en primera instancia la Ordenanza que regula la protección, tenencia, control, comercialización y cuidado de las mascotas. Tiene 45 artículos y sanciona con multas que van de 10% a 50% de un salario mínimo unificado.
Rodrigo Abarca, presidente de la comisión de Higiene del Municipio, dice que en julio la Ordenanza entrará en vigencia. “A los canes se les pondrá un sello numerado para un control efectivo”.
Lo que debe saber
Si una familia habita en un departamento es recomendable tener perros de la raza pequinés, Shitzu… Eso evitará problemas.
Es aconsejable llevar a los cachorros una vez al mes al veterinario. Esto para la desparasitación y vacunación contra eventuales enfermedades.
En la alimentación se debe usar croquetas o balanceados. Éstas proporcionarán las vitaminas y minerales indispensables.