El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) entregó el informe arqueológico sobre el terreno donde se pretendía construir el nuevo centro carcelario de Cuenca.
Según el documento, no es recomendable levantar el proyecto en el sector de Icto Cruz, que pertenece a la parroquia Turi. La razón: hay restos arqueológicos. De las 96 hectáreas que tiene el terreno que adquirió el Municipio de Cuenca, el INPC estudió 10 hectáreas.
Determinó que hay fragmentos de caminos de piedra de hasta 9 metros de largo por 2,37 metros de ancho, vinculados con el Qapac Ñan (Camino del Inca). “En las 10 hectáreas estudiadas se pretendía levantar la cárcel”, dice el director del INPC en el Austro, Joaquín Moscoso.
En este lugar existen muros que pertenecen a la cultura cañari. También hay otros muros de la Época Republicana, que se presume que fueron parte de una casa hacienda que se levantó en este lugar.
En el informe se recomienda que el 60% de las 10 hectáreas estudiadas sean preservadas. En el resto se puede realizar cualquier tipo de obras. La recomendación es que los trabajos guarden armonía con los elementos culturales encontrados.
El alcalde de Cuenca, Paúl Granda, analiza otras alternativas para ejecutar la obra. “Manejamos otras tres opciones. Se harán públicas esta semana”.
El Cabildo también estudia el informe y analiza si es posible construir el Centro de Rehabilitación Penitenciario en Turi. El Municipio invirtió USD 2,8 millones en el terreno.
Granda señala que lo importante es hallar una solución porque la ciudad requiere de una nueva cárcel.
La actual funciona en el centro de la urbe y tiene una capacidad para 150 internos. En la actualidad, hay 380. El Gobierno tiene previsto un presupuesto de USD 15 millones para el nuevo centro. El desembolso se hará cuando esté listo el terreno.