Las agendas de las reinas de Ambato y de Riobamba, pese a tener como denominador común el servicio social, no se parecen entre sí.
Estefanía Medrano, soberana ambateña, enfoca su trabajo en las campañas de concienciación juvenil y contra la inseguridad, su par de Riobamba, Catherine Guadalupe, apoya con énfasis a las madres jóvenes.
En ambos casos, estas responsabilidades las obligaron a abandonar provisionalmente los estudios universitarios. Según ellas, lo hacen con buena voluntad y sin arrepentimientos.
Medrano dejó de asistir a clases en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad de las Américas en Quito para asumir su rol de Reina de Ambato.
En 10 meses de labor, Medrano, junto con técnicos de la Unidad de Seguridad del Municipio, ayudó a dictar charlas sobre seguridad y participación a los vecinos de 20 barrios urbanos.
“Su presencia incentivaba a la gente. Cada noche asistían entre 150 y 200 personas. Decían que era la primera vez que una Reina llegaba a sitios fuera del centro”, explica la coordinadora Mery del Carmen Navas.
También participa en conferencias sobre prevención del consumo del alcohol y más drogas en 10 colegios como el Bolívar, Guayaquil, Ambato, Hispano América, Rumiñahui, La Salle y La Inmaculada.
Le ayudan el Consep, la Policía y la Federación Deportiva de Tungurahua. “Estefanía llamó a esta acción ‘mejor sin licor tú decides’. Los chicos solicitan que Medrano regrese por más conferencias”, dice Álvaro Fierro, técnico del Consep.
A la par, Guadalupe dejó parcialmente sus estudios de Medicina en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo. Su oficina está abierta los lunes y los miércoles, de 08:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00.
Está situada en la Casa Museo, en el centro de Riobamba. Su trabajo está dirigido a ayudar a madres adolescentes, pero igual asiste a niños y adultos mayores.
Hoy gestiona un local para que 13 adolescentes con hijos reciban capacitación en el diseño de joyas con profesionales de la ciudad. También les entregará un kit de joyas para que puedan empezar una microempresa que las vuelva económicamente independientes.
“Tiene muy buen corazón. Se nota que es una mujer trabajadora y generosa. Está gestionando recursos para mi hijo que requiere un trasplante de córneas”, afirma Ruth de Jiménez.
Con los niños del Innfa se reúne cada 30 días. Les habla de salud, de higiene dental y de buenos hábitos alimenticios.
Además, cada mes les cumple un deseo como si se tratara de un hada madrina.
Los chicos le escriben cartas con sus aspiraciones: volar en helicóptero, conocer a los ídolos del Olmedo o pasear en chiva. Su ajetreo empieza a las 06:00 y concluye en la madrugada.
Sus puntos de vista
Según Estefanía Medrano, la Fundación Reinas de Ambato es solo un nombre. “No es una institución que apoya.
Muchas ex reinas no viven en Ambato. No hay reuniones ni proyectos”.
Catherine Guadalupe desaprueba tomarse fotos con niños y adultos mayores que luego se publiquen en los diarios. No son trofeos ni evidencias de mi trabajo. Son recuerdos para ellos”.