Tres catedráticos del Instituto Agropecuario Quinindé emprendieron un proyecto que consiste en convertir a los caracoles en harina, que serviría como balanceado para cerdos y aves.
El proyecto aún está en la fase de investigación. Es necesario que se realicen estudios para determinar valor alimenticio y calórico de la harina
Según Wilian Mantilla una de las ventajas del proyecto es mitigar la plaga de los caracoles sin utilizar químicos tóxicos para las plantaciones y el ambiente.
El domingo podrá encontrar más información en el Regional Santo Domingo- Esmeradlas sobre el proceso de elaboración de la harina de caracol. Además, sobre cómo los agricultores de la región tratan de combatir la plaga con técnicas caseras.