Las lluvias del pasado fin de semana causaron la creciente de ríos y esteros. Varios sectores y cultivos resultaron anegados.
Las inundaciones a las viviendas y plantaciones agrícolas volvieron a la parroquia Puerto Inca. Ayer, 31 de marzo, en esta localidad de Naranjal (Guayas) aún se evidenciaban los estragos de un fuerte y repentino temporal que el domingo estuvo a punto de colapsar el puente en la vía Guayaquil-Machala.
Familias sacando agua y lodo de sus viviendas, y plantaciones inundadas son el panorama que se observa en el sector, luego de que la creciente del río Cañar tomara por sorpresa a los habitantes.
Afectación en las viviendas
Cecilia Tobar tiene los ojos llorosos. Con la voz entrecortada repite una y otra vez la historia que cuenta desde hace casi una década. “Esta vez el agua alcanzó metro y medio de altura. Con la ayuda de vecinos y de bomberos pude alzar las cosas. El agua entró con fuerza”.
Su casa es la primera que se observa junto al puente. Por ello es la primera que se inunda. Tobar insiste en que por más que se sigan aumentando los muros, la solución a los problemas de Puerto Inca se dará cuando draguen el río Cañar.
Mientras familiares sacan agua y lodo, relata que el pasado sábado, por las escasas precipitaciones que habían tenido hasta ese día, aún se podía ver una playa junto al puente. “Pensábamos que las inundaciones eran cosa del pasado”.
Al otro lado del viaducto, Gilbert Salazar también limpia el interior de su casa a la que accede sobre un pequeño puente de caña que construyó encima del agua empozada. “Hoy no fui a trabajar por limpiar la casa. Los enseres tuvimos que subirlos a la otra planta. Es la primera vez en este año que nos inundamos, ahora no sabemos qué pueda pasar”.
Muy cerca de allí, Adrián Bazurto luce molesto. Su gallera está inundada y le toca poner a buen recaudo a cerca de 60 gallos de pelea que cría. “Estábamos confiados en que este año ya no nos inundaríamos, pero así es Dios y la naturaleza”.
Personal de los ministerios de Inclusión Económica y Social, de Salud y de la Secretaría de Gestión de Riesgos recorrieron la zona para evaluar la situación de los habitantes.
Luis García, director de la Secretaría en Guayas, explicó que se efectúa un levantamiento inicial de información para, en base a eso, empezar a entregar las diversas ayudas.
Dijo que en esa zona ya se tenían identificadas 22 viviendas afectadas el domingo, de las cuales cinco son las más críticas. Y que, para los próximos días se va a tratar el tema en una mesa de trabajo con la Gobernación y Senagua para ver el estado en que se encuentra el proyecto de control de inundaciones en la zona.
El Cuerpo de Bomberos de Naranjal también da su balance. Su jefe Julio Gherardi comentó que en San Jacinto, en el sector de Montañita, un muro junto al estero Cañas se rompió. El agua alcanzó un metro de altura en 24 casas.
“Puerto Inca ha sido catalogado zona de alto riesgo y constantemente vamos a tener ese problema hasta que el río no sea dragado y tengan su cauce normal”, expresó Gherardi.
Pero en un sitio que no lo mencionaron las autoridades, claman urgente ayuda. Es en el recinto Trovador. Allí, el estero del mismo nombre comenzó a filtrar por debajo del muro de contención y el poblado está anegado. En medio del riesgo de enfermedades, muchos niños juegan en el agua.
“Por aquí no ha venido nadie. El Municipio hace tiempo nos olvidó, porque dicen que somos pocos los que vivimos como para hacernos obras”, dijo el morador Jesús Ramos. Otro vecino, Leonardo Castro, indicó que la inundación se da por filtración y que no puede bajar fácilmente. “El problema es que si abren las compuertas que hay en el muro se nos viene toda el agua para este lado”.
Allí existen alrededor de 30 familias que viven de la agricultura, especialmente de la siembra del cacao y plátano.
El agricultor Vicente Vega explica que en el sector hay 200 hectáreas de cultivos de pequeños y medianos agricultores, que se encuentran encerradas y en cuyas partes más bajas se represa el agua. “Por un lado está la carretera principal y los muros de los esteros Estrella, Trovador, y del río Cañar.
Los estragos también se sienten en Los Ríos
Alrededor de 35 familias de recintos de la parroquia Febres Cordero, de Babahoyo, fueron evacuadas entre la noche del domingo y la madrugada de ayer, debido al desbordamiento del río Chilintomo.
La zona más afectada es el recinto Los Ángeles, donde los servicios de emergencia debieron evacuar a las familias.
El Comité de Operaciones de Emergencia provincial se reunió para evaluar la situación en ese y otros de la provincia, según el director de la Secretaría de Gestión de Riesgos de Los Ríos, Daniel Rojas.
Los evacuados fueron conducidos hasta hogares acogientes y los dos albergues del Ministerio de Inclusión Económica y Social, habilitados en el cantón.
El sistema ECU 911 de Babahoyo informó por la mañana que en el cantón Urdaneta, en el norte, el cauce del río Catarama mantenía un nivel alto.
En Vinces, las calles del centro se inundaron debido a la intensa lluvia del pasado sábado. En la Ciudadela Puerta Negra, de Babahoyo, una vivienda de construcción mixta colapsó ayer y sus cinco ocupantes debieron ser trasladados a hogares acogientes.
En contexto. En sitios como Puerto Inca, El Ciruelo, Trovador, Estrella, La Marcela y Lechugal, todos pertenecientes Naranjal, el Frente Social dispuso el envío de ayuda.
El Ministerio de Inclusión Económica y Social habilitó un albergue en Tres Cerritos, km 15 vía a Naranjal.