Con dos proyectos se mejora la semilla de la palma

En el Iniap. Wilfrido Salazar selecciona la semilla mejorada de la palma. Foto: Juan Carlos Pérez

En el Iniap. Wilfrido Salazar selecciona la semilla mejorada de la palma. Foto: Juan Carlos Pérez

Una buena producción dependerá, en gran medida, del cuidado que se dé a la semilla de palma desde su concepción.En el Instituto Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap) de Santo Domingo ese principio es la base de un proyecto para mejor la productividad.

Según la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Africana (Ancupa), las primeras variedades de palma que se sembraron en Ecuador provenían de África. De ahí su nombre.

Pero actualmente se siembra variedades que son producto de varios cruces de semillas africanas con palma nacional.

En la Iniap por ejemplo, se cruza la semilla de una planta dura con el polen de una planta ‘posífera’ (africana) y se obtiene una nueva especie de palma llamada ‘tenera’, que es la de mayor productividad en la actualidad.

Para que la semilla pueda ser vendida, debe pasar alrededor de ocho y nueve años.

Según Leonardo Quintero, agrónomo del Iniap, en este período la ‘tenera’ es sometida a varias temperaturas y ambientes.

Pero primero debe estar en remojo. Luego debe ser seleccionada manualmente para ingresar a una habitación fría y posteriormente a una caliente.

Cuando la semilla ha germinado se vende a los palmicultores de Santo Domingo, La Concordia, Quinindé y Esmeraldas.

Ancupa, en cambio, impulsa un proyecto llamado Cerrando Brechas de Productividad, que involucra directamente a los palmicultores de esta región.

Se creó en el 2010 y busca acortar la brecha entre el pequeño palmicultor y el que ya maneja avances tecnológicos en las hectáreas de sus haciendas.

Para ello cada sector del país tiene un palmicultor líder que se capacita en técnicas de sembrío, cultivo, cosecha, identificación de enfermedades. También en toma de muestras para análisis en laboratorios, químicos y fertilizantes adecuados.

Luego hacen una réplica de la capacitación para los demás palmicultores de su sector.

En San Antonio de Malimpia (Esmeraldas), los avances son del 25%, según Ancupa.

En el 2009, la producción era de nueve toneladas al año. En la actualidad sobrepasa las 20 toneladas de fruta fresca por hectárea.

Félix Abad, uno de los palmicultores líderes de La Concordia, afirmó que el incremento en la producción de palma se debe a los manejos adecuados de fertilización de las hectáreas y al tipo de semillas que se compran.

Además, las condiciones climáticas y edafológicas (del suelo) de la región de Santo Domingo y Esmeraldas es ideal para la siembra y cosecha de la palma aceitera. La temperatura también ayuda.

En Ecuador, en las primeras zonas donde se estableció el cultivo de palma, hace más de 50 años, fue la zona entre Santo Domingo de los Tsáchilas y La Concordia.

Pero en la actualidad, la principal zona de producción de palma aceitera es Quinindé.

Según Abad, el cultivo ha crecido porque le brinda, al palmicultor estabilidad económica a largo plazo y porque es rentable. “Gracias a los beneficios económicos, podemos mejorar la calidad de vida de nuestras familias”.

Para las semillas

En la región hay varios tipos de semillas de palma aceitera que están a la venta. Se las puede encontrar en el Iniap, Murrin y la firma ASD.

Los precios varían según el tiempo de germinación. La planta de vivero cuesta USD 6,25. Las de pre vivero 2,95 y las germinadas 1,20.

Antes de comprar es importante que un técnico les brinde una asesoría porque no todas las semillas son productivas.

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