Verónica Carlozama no solo es una costurera de la empresa Confecciones Panda. También es una de los ocho miembros del subcomité de primeros auxilios de esta industria textil afincada en Atuntaqui, en la provincia de Imbabura.
En Panda, la seguridad industrial para prevenir accidentes de trabajo o actuar en caso de desastres naturales, es una norma. “La Ley exige a todas las industrias conformar comités de seguridad, con cuatro representantes de los trabajadores y cuatro del empresario”. Así lo asegura el psicólogo industrial Martín Mantilla, jefe de Personal de la empresa.
En esta fábrica de pijamas y ropa casual, donde laboran 80 personas, hay un comité central y subcomités de evacuación, contra incendios y de primeros auxilios. A Carlozama, que pertenece al último grupo, esta experiencia le ha servido para conocer cómo actuar en caso de un accidente laboral, por ejemplo. Está capacitada para hacer un torniquete y entablillar un hueso roto, hasta que llegue un médico.
Fernando Benalcázar, propietario de Panda, comenta que crear un ambiente de trabajo sano y seguro es parte del proceso de modernización de la planta.
Recuerda que en los primeros años, la mayoría de industrias de Atuntaqui iniciaron en las salas de las casas, como negocios familiares. Sin embargo, con el tiempo hubo necesidad de ampliar las fábricas. Panda confió su diseño a expertos en construcción, que le sugirieron levantar galpones amplios, protegidos con una estructura metálica y sobre las bases de hormigón. La infraestructura se construyó en el 2002. “No hemos tenido mayores sustos”.
En el cantón Atuntaqui, en donde funcionan más de 280 fábricas textiles, no hay una ordenanza específica que obligue a realizar construcciones sismorresistentes.
En los últimos años, las plantas han mejorado su infraestructura, direccionadas por la necesidad de mayores espacios y por cumplir con las normas industriales.
Este es el caso de las empresas Anitex, Toitex y Dennis. La seguridad industrial es controlada principalmente por el Ministerio de Trabajo, el Departamento de Prevención de Riesgos del IESS y el Cuerpo de Bomberos.
En ninguna de las tres hay planes para hacer frente a los desastres naturales. Tampoco se han integrado brigadas.
Las amenazas más comunes en la industria textil son los incendios y accidentes por uso de productos químicos y máquinas.
Miguel Erazo visita con frecuencia las fábricas. Él compra prendas de vestir para vender en el centro del país.
Luego del terremoto en Chile, se preocupó por su seguridad. “No sabría qué hacer si me coge un sismo en la planta”.