La presencia de turistas nacionales y extranjeros tiene altibajos en los diferentes balnearios de Manabí.
En Manta se concentra la mayor ocupación hotelera. Los hoteles de 3 a 5 estrellas están completos. Ese es el caso del Howard Johnson. Sus 100 habitaciones están reservadas todo julio y hasta mediados de agosto, que coincide con el período de vacaciones escolares en la Sierra.
En Crucita la presencia de grupos escolares, colegiales y familiares es visible desde ayer. Raúl Tobar, gerente del hostal Crucita, dijo que a inicios de julio el negocio fue pésimo. Pero el sector turístico aspira que el resto de julio y agosto sirvan para recuperar la inversión. En la playa los hospedajes se consiguen desde USD 8 a 10, desayunos 1,50, almuerzos 2,50 y cenas 3.
En el norte de la provincia, en Bahía de Caráquez los grupos familiares empezaron a llegar desde inicios de esta semana. Edwin Ugalde, ejecutivo de la operadora de turismo Guacamayo-Bahía Tour, comentó que los puntales para reactivar a la ciudad económicamente son los grupos de estudiantes de universidades, colegios y la gente que llega a vacacionar en los 30 edificios de apartamentos. La zona tiene atractivos turísticos como los senderos en el manglar de la isla Corazón y paseos por el estuario del río Chone.
En el balneario Canoa los turistas extranjeros y de la Sierra centro no han llegado como en años anteriores. Patricio Rivadeneira, administrador del hostal País Libre con 24 habitaciones, dijo que hay surfistas y pocos extranjeros quienes se deslizan sobre las olas en sus tablas y caminan por la playa. Hay buenas alternativas de hospedaje entre USD 4 hasta 50, añadió.
En el sur de la provincia, en Puerto López, sede del Parque Nacional Machalilla, el movimiento es bajo. Mercy Basurto, propietaria del hostal Tuzco (18 habitaciones) recordó que el año pasado para esta época el lugar estaba lleno. Hoy llegan entre cinco y ocho turistas cada tres días. El atractivo de temporada es el avistamiento de ballenas, que arriban desde el sur. Los precios de hospedaje no han aumentado, aunque en la alimentación sí hubo una variación, ya que hay platos a la carta que subieron entre USD 3 y 4, por la escasez de mariscos.